Es parte de lo mismo de siempre... probablemente las empresas que fabrican estos aparatos, instrumentos y demás materiales para atender tanta intervenció, celebran con champán las cifras y se considera imprescindibles, necesarios para que el mundo siga funcionando, ajenos a la realidad, a la evidencia científica...
Hemos construido un mundo de mentira. Basado en la palabra.
Es hora de que hable la ciencia.
Un saludo,
Adriana