Pues creo que sí somos un poco molestas para muchos profesionales que se aferran a sus protocolos y a sus costumbres. Pero poco a poco también nuestras experiencias sirven para abrir los ojos a alguno de ellos que tienen interés en cambiar las cosas.
Para mí lo peor no es ser molestas para los profesionales, sino para muchas mujeres y madres como nosotras, que nos atacan y critican nuestras decisiones porque no son las mismas que las suyas. Mal me parece lo de los profesionales, pero esto último...a mí no me molesta que no lo intenten ¿por qué les molesta que yo sí y para colmo, vaya y lo consiga?