Gina (unverified)
10 Mayo 2012
Es tan difícil todavía hoy conseguir un parto vaginal tras cesárea dentro de un hospital que da mucho que pensar. Pienso en el miedo de los facultativos que nos llevan a eso, pienso en la cantidad de inducciones y estimulaciones con oxitocina que se siguen haciendo aún a pesar del peligro conocido, pienso en la cantidad de mujeres que acceden a una segunda cesárea por el miedo que les da el cúmulo de comentarios sobre "si su útero va a aguantar" en cada visita al ginecólogo...y pienso que todo este tema no solo va en conseguir salirse del círculo vicioso que supone una primera cesárea para los siguientes partos (incluso hay mujeres que no quieren tener más hijos tras su primera experiencia en quirófano y las consecuencias que esta operación puede traer), sino que va sobre el empoderamiento de las mujeres. Una mujer que consigue parir después de una, o dos, o tres (!) cesáreas- especialmente sí lo está buscando con mucha fuerza- se empodera de una manera que para ella misma hay un antes y un después de ese parto. (si es que el parto ha sido bien atendido y ella se ha sentido respetado). Y a veces me da la impresión de que estas "mujeres poderosas" dan miedo, porque a ellas ya no les da miedo nada, su falta de confianza de antes ("no puedes parir" - "no dilatas" - "no sabes empujar") se convierte en autoestima: - "¡se parir!"- "a que sí dilato" - "yo parí a mi bebé, no hace falta saber empujar, sabemos parir". Y una mujer con el autoestima "arreglado" no solo puede con todo, sino que además se empieza a cuestionar todo, ya que ella misma ha visto que hay cosas que se consiguen "contra todo pronóstico". Lo ha vivido, ha experimentado un proceso hormonal completo y eso le da mucha fuerza. Creo que a veces en el fondo nos siguen dando miedo esas mujeres "incontrolables" y con tanta fuerza...