Lo que interesa no es ver la triste realidad de un parto, sino buenas prácticas para que la sociedad esté bien informada y pueda exigir a los médicos y matronas que hagan bien las cosas y respeten los derechos de las madres y bebés, cosa que es su obligación.
Yo abogo por un programa hecho en un hospital respetuoso o en un domicilio.