A mí también me conmovió el caso de Noemí, la chica de 19 años. La pobre quería un parto natural "para no tener más cicatrices en su cuerpo" y al final acabó cortada por dos partes, sin ninguna clase de apoyo y con una bronca sin venir a cuento.
En el caso de Virginia (la que los médicos llamarían niña modelo) me llamó la atención que su bebé viniendo de cara, la dejaron tumbada en vez de dejarla caminar para que rotara. ¡Qué desastre!