Pues yo no veo la radicalidad del parto natural por ninguna parte. Un parto natural es un parto normal y sano. No sé en qué momento empezamos a pensar que un parto normal y sano es algo radical, sinceramente me parece un absurdo.
Otra cosa es que, cualquiera que sea el parto que tengamos y donde quiera que lo tengamos, incluso medicalizado por absoluta necesidad, nos respeten. Siempre. Y por eso se agradece tanto el trabajo de esta asociación, porque la violencia obstétrica existe y no es cosa de mujeres, sino un problema social que destroza a las familias.
Muchas gracias, EPEN.