Pienso que otra lectura que podemos hacer ante estas escenas es que eso es lo que realmente piensan algunos médicos de los cuerpos de las mujeres, de los niños, de los bebés muertos, de los ancianos que tienen delante, en carne y hueso... Quizás nos podría hacer reflexionar en las manos de quiénes estamos cuando vamos a un hospital -salvando honrosas excepciones, por supuesto-. Y en lugar de criticar a la "artista" de turno, podríamos hacer una buena crítica de los servicios de salud y de los "artistas" que nos atienden a nosotros. Lo más horrible de todo esto es que lo que se ve en plastilina puede estar realmente en la mente de muchos más que la persona que los moldeó. Eso es lo triste... Un saludo.