Yo como si quieren pagar un pastón por una boñiga de elefante y llamarla arte, como ya ha ocurrido una vez, cada uno sabrá la merdé que se quiera llevar a su casa, pero esto dentro de un hospital no tiene lugar, aunque sea en la galería, no es apropiado ni respetuoso, a lo mejor a la autora le sirve de terapia personal, pero a los demás en un centro de salud les resulta enfermizo y mucho.