Ayer leí el artículo...Tuve que hacer varias intentonas, porque hubo transcripciones de los testimonios que me bloquearon.
Uno desconoce en qué mundo se mueve hasta que lee estas noticias. Evidentemente es un caso concreto, no se puede ni se debe generalizar...Pero el sólo el hecho de pensar que se pudieron dar las circunstancias, para que esto sucediera una vez, en un punto de la Seguridad Social española, pone los pelos de punta a cualquiera. Y te pone en situación para siempre. Te preguntas inevitablemente: ¿me podría suceder a mi algo así?
Personalmente creo que estos casos rozan lo inconfesable. No termino de entender por qué este caso se desarrolló de esta manera. Me espeluzna que en un centro hospitalario no existiera nadie entre el personal que reaccionara ante esta situación, me refiero a favor de esa familia.
Me preocupa pensar que efectivamente existe un poder invisible pero latente en estos lugares, en los que la voz de un superior (entendiendo superior como con más años de carrera), pueda prevalecer y sentar cátedra sobre consideraciones de cualquier tipo, ya no solo profesionales: sino humanas. Nadie debería ostentar este poder, en ninguna Institución.
Me preocupa que por miedo a las represalias, otro profesional, sintiendo otra cosa, no alzara su voz, en aquel lugar, en ese preciso periodo de tiempo y evitara esto.
Un saludo,
Adriana