Edurne (unverified)
5 Mar 2012
Me siento identificada con algunas partes de este relato y también muy agradecida, tanto a EPEN como a todas las personas que participan en las charlas, foros y este tipo de comentarios, por que haya espacios así donde compartir, sincerarnos y hablar de nuestras experiencias, miedos y alegrías sin tapujos. El nacimiento de mi hija fue en casa, nos preparamos bastante y tuvimos también suerte de que todo fuera estupendo. Hay una parte que no podemos controlar conscientemente, y que puede hacer que nos llegue un tipo de experiencia u otro según el momento... la sombra siempre busca una manera de salir a la luz y sanar viejos traumas, así es como lo siento. De esta manera entiendo lo que me ocurrió en el segundo embarazo: a las 8 semanas empecé a sangrar, y sangrar, me una eco, luego otra (confirmando que se trataba de un "huevo vacío") y viví el mes más largo de mi vida. Sobre todo las dos semanas que pasé en esa ESPERA incierta, confiando a veces en que mi cuerpo de nuevo hiciera lo que tenía que hacer, y con miedo en otros momentos, porque la alternativa que ofrecían en el hospital no me cuadraba para nada. Ya en la primera eco viví (supongo que las hormonas tenían que ver) lo que debe de sentir una parturienta cuando entra en un hospital y hay algún "problema": desorientación, angustia, indefensión e incapacidad para reaccionar con coherencia (no dejaron que entrara mi pareja como acompañante, por cierto). Mi cerebro no procesaba al ritmo normal las preguntas, me sentía torpe, insegura, y profundamente SOLA ante el peligro. La fortuna es que tras esa 1ª eco (que no era definitiva pero a mi me sirvió de confirmación de lo que yo ya sabía intuitivamente, que el embarazo no iba a seguir), pudimos mi pareja y yo hacer nuestro proceso, me sirvió mucho hablar con compañeras doulas, informarme por internet sobre el manejo expectante, duelo... y tuvimos un segundo parto en casa, esta vez sin asistencia pero con mucho amor, y agradecida de haber sacado a la luz mucha tristeza y sobre todo muchísima RABIA. Siento que toda mujer es capaz de liderar su propio parto, si está dispuesta a ahondar en si misma y a buscar todo el apoyo (sobre todo emocional) que sea necesario; otra cosa es el "resultado", que puede ser muy doloroso (sobre todo si el bebé muere) pero no tan traumático entiendo como si ha habido respeto, información adecuada, etc. Una amiga comadrona sufrió una gran crisis existencial/profesional ("pensé en meterme de cajera en Mercadona...") cuando asistió a un parto en el que fue todo bien, el embarazo sin problema, el bebé nació... y no llegó a respirar, los intentos por (re)animarlo fueron en vano, no hubo culpable de nada pero hay experiencias que entiendo, marcan un antes y un después. Por cierto esta amiga ha seguido con su vocación y me consta que es una gran profesional (trabaja en La Plana). Un abrazo :)