Muy lamentable lo que está sucediendo con esta mujer y sucede entre otras cosas no porque se le hayan echado encima los familiares del recién nacido, sino por un corporativismo mal entendido por el cual si te sales del redil (sea cual sea el redil y aunque se hagan auténticas salvajadas constantemente dentro del redil) eres culpable y punto. ¿A cuántas mujeres ésta matrona les ha evitado una innecesárea, una episio, un Kristeller, un parto horroroso y medicalizado? Pero eso no cuenta.
Ojalá esto sirva para que las matronas húngaras se asocien y comiencen a trabajar seriamente en el parto domiciliario sin sentir que son delincuentes.
Lo de que no se haya escuchado a los expertos internacionales, incluida la OMS... el pan nuestro de cada día. Tan lamentable como frecuente (también por nuestros fueros, dicho sea de paso).