No fui, porque afortunadamente no tengo ninguna cesárea en mi haber, pero siempre digo que gracias a vuestras cesáreas y malos partos, los míos han sido bastante respetuosos, así que gracias, gracias, gracias por existir, por contarlo, por advertirnos y por enseñarnos tanto.
Me encanta el título del post... El piel con piel de las madres... ¡es tan cierto!