Susana en lo único en que tienes razón es que si la cosa se tuerce iría al hospital, pero los partos no suelen torcerse asi como asi, de echo suelen torcerse mucho más en los hospitales que cuando tienen lugar en los domicilios. Pero además no te olvides que este parto no se torció, ella ha tenido un problema, que todavía no se sabe cual es y que probablemente no tenga nada que ver con el parto. Esta mujer tenía la mala suerte de vivir en un país demasiado grande donde los núcleos de población están muy equidistantes los unos de los otros e igualmente alejados de los hospitales. Lo que ella reclamaba es poder tener asistencia en su casa pero se la negaron, cosa que es inaceptable.
Tú te equivocas en muchas cosas:
1.- Yo di a luz en casa a mi segundo hijo precisamente pensando en él. En quién no pensé fué en el primero. Con el primero fuí al hospital, obediente como la mayoría, me dejé hacer y nos destrozaron. No solo a mí, si no también a él y perjudicaron enormemente nuestro vinculo.
2.- El momento de nacer tiene importancia, no es un mero trámite. Lo que ocurra ese día y posteriores influirá enormemente en ese nuevo ser, pues su cerebro todavía está desarrollándose y cada sensación que experimente, buena o mala, se quedará grabada en su memoria celular para siempre. Además el estres es malisimo para los bebés, les afecta físicamente y afecta negativamente también a su desarrollo cerebral. No es lo mismo un buen parto que un mal parto para la mujer, pero tampoco es lo mismo un buen nacimiento que un mal nacimiento para el bebé.