Nadie entiende nada. Mujeres, lean y comprendan en profundidad, con honestidad y con el corazón a Michel Odent. Olvídense de lo demás y paran solas, en penumbra, en un lugar caliente donde se sientas seguras,en intimidad, con la única presencia de una comadrona experimentada y silenciosa que además sepa de lo sagrado del momento del parto. Ya basta de tanta interferencia cultural y tanta distorsión y tanta ansia de protagonismo. ¿Qué les estamos trasnmitiendo a las nuevas generaciones de mujeres y hombres de hoy? ¿Que el parto es un festín en el que todo el mundo está invitado a participar, o un terreno de experimentación para ir sacando teorías y películas que robando el protagonismo a los auténticos y únicos actores, la madre y el bebé? Aprendan fisiología, respeten y ámense. Paran sin hombres, sin cámaras. Atrévanse a dar el paso. Entonces habremos recuperado nuestro auténtico poder como mujeres y los bebés nacerán bañados en auténtico amor. Lo demás, son sólo penosos sucedáneos.