Estoy de acuerdo en las conclusiones de la entrada. Lo he dicho muchas veces, información veraz y capacidad de elección.
Aunque según voy observando y analizando en mi entorno...Existen mujeres, no se si muchas o pocas, que a pesar de conocer la información, por falta de capacidad para juzgarla o incluso con dicha capacidad, por otros motivos, seguirían optando por un parto protocolario, desfasado y contraproducente.
Con esto quiero decir una cosa, y es que con la información en la mano, siguen existiendo dos claras perspectivas al respecto. Tres cuartos de lo mismo pasa en el campo profesional de atención al parto, un creciente sector de profesionales, aunque todavía minoría, entienden la necesidad de cambio y trabajan en esa dirección, con pequeños o grandes pasos, de forma privada, pública o en atención domiciliaria.
Así que se me ocurre que lo que aquí sucede es que no nos conocemos los que realmente optamos por lo mismo. No nos ponemos nombre, ni cara, no sabemos quiénes somos, ni donde estamos.
Se me ocurre que mientras en un Hospital una mujer que desea un parto respetado, se encuentra siendo maltratada por un equipo poco profesional y nada reciclado, en el que la mujer se siente desafortunada y el equipo no sabe gestionar y comprender la usuaria a la que atiende; en otro centro hospitalario,muy distante, o en la misma ciudad, una mujer que espera una serie de intervenciones y protocolos, que ha sido adiestrada para ello, y en los que ha basado su seguridad y confianza, como camino para conseguir un parto exitoso, se encuentra siendo atendida por un equipo sanitario que se siente retrocediendo varios pasos, que no comprende a la usuaria que tiene entre manos, y que no se va realizado a su casa, sintiendo que ha pervertido sus conocimientos, y lo que entiende por atención al parto de calidad.
Probablemente entre ambos casos la parturienta que ha salido más victoriosa es la segunda, y sin embargo el equipo médico "satisfecho", es el primero. Es decir, la ignorancia gana, la ciencia pierde, en ambos.
¿Por qué no creamos una servicio abierto, de contacto de usuarios de atención al parto respetado, (y digo usuarios porque incluyo a las parejas de las embarazadas), y profesionales que siguen esta vertiente?
Creo que todos estaríamos más satisfechos, y avanzaríamos más rápido, si la atención al parto que recibimos es la que hemos imaginado, deseado y soñado. Tanto para las que asumen sin problemas un "cortecito" y todo la maquinaria protocolaria; como para las que prefieren otro respeto a la fisiología femenina y sus ritmos. Independientemente de religión, color, estatura, peso, edad, estilismo o principios.
Sólo nos falta saber quiénes somos, y hacer coincidir nuestros caminos...
Dejarlo al azar, o peregrinar de centro en centro, haciendo un estudio analítico de la oferta sanitaria...Parece muy arriesgado en el primer caso, y muy costoso en tiempo y energía en el segundo, sin contar que varias mujeres puedan simultanear y repetir dicho peregrinaje innecesariamente.
Podemos compartir y publicar la información, con nombres y apellidos:
¿No?
Un saludo,
Adriana