Senda García (unverified)
19 Feb 2014
Yo he tenido dos partos muy satisfactorios. Elegí parir en hospital. El primero en Santa Cruz de La Palma. Mi matrón fue un amor. Fui inducida, (estuve de acuerdo) porque estaba de 42. Solo me hizo falta prostaglandina, el parto se desencadenó rápidamente. Entré en trance y no sentí las contracciones. Expulsivo fácil, sin episiotomía, piel con piel y lactancia inmediata. Un poco torpes con el control de la lactancia arriba, en planta, pero bien. El segundo fue en el HULA de Lugo y fue inmejorable. Parto espontáneo. Llevé plan de parto, la matrona lo leyó y me dijo que no había ningún problema, que estaba de acuerdo en todo. Parto largo, 12 horas. Siempre la misma matrona, no me quiso hacer tactos, le pedí yo uno. Bañera, intimidad, todo perfecto. La segunda matrona (cambio de turno) fue un ángel. La primera fue muy correcta, cariñosa, respetuosa, muy bien, pero la segunda era una de esas personas que habían nacido para esto. Tuve una conexión inmediata con ella y en cuanto llegó leyó mi plan de parto, se presentó y se sentó a mi lado, un poco detrás, de manera que estuviera cerca pero no la viera. Yo estaba sentada en la pelota con mi marido enfrente, cogidos de la mano. El parto se precipitó y en un par de horas tenía a Mica fuera. No tuve desgarro siquiera. Y gracias a ella, creo, porque yo empujaba con mucha fuerza y ella me dijo que fuera más suave y me guió un poco. Maravilloso. Mica nació y yo misma la recogí, le corté el cordón y nos quedamos juntas hasta que nos subieron a planta. Y allí igual, no se nos separó hasta el día siguiente, en que vino la pediatra. La pequeña estuvo desnuda a mi lado mientras me limpiaban y expulsaba la placenta, mamando y amándonos. Perfecto, maravilloso. En planta muy bien también. Una enfermera chunga, que me cogió el pezón y lo estrujó y me dijo que no tenía calostro. Imbécil. Pero las demás maravillosas, las ginecólogas también. Incluso creo que vinieron más a verme de lo normal porque tenían curiosidad por ver un parto natural (el resultado de). Y una de las enfermera se quedó un buen rato hablando conmigo el primer día, contándome que qué bien lo que había hecho, un parto natural, que qué bien, que así deberían ser todos y blablabla. Maravillosa. Y que se estaba formando para atender partos en casa. Así que una actitud en general estupenda en el hospital. Por fortuna, poco a poco las cosas van cambiando.