Mi mujer salió ilesa. Llegó con 2 cm de dilatación. El expulsivo duró 3 minutos y no hubo episiotomía ni nada parecido. Según salió mi hijo se lo pusieron en el pecho y lo dejaron un rato ahí. Luego lo pusieron en una cuna al lado de la madre para hacer diferentes cosas, pero me dijeron que fuera con ellas y le pusiera la mano en el pecho para que se encontrara seguro (fueron 5 minutos y se lo volvieron a entregar a la madre). Después nos dejaron 2 horas a solas para estar en intimidad los tres juntos. Todo fue en la maternidad de O´Donell. Tengo -tenemos- un gratísimo recuerdo.
Que el nacimiento de mi hijo fuera el día más importante de mi vida, no quiere decir, EN ABSOLUTO, que haya de serlo para el equipo médico. Para ellos, mi hijo sería un número y/o estadística, y me alegro de ello, porque lo contrario supondría una implicación emocional que jugaría en detrimento, probablemente, del resto de partos que se estaban dando en ese momento.
Si quieren parir en casa, háganlo. Yo preferiría tener una lesión en el escroto o en el pene de por vida e incrementar las probabilidades de que tanto mi hijo como yo salvásemos la vida o no sufriera daños irreversibles; pero es mi opinión.
Supongo que si viviera, por ejemplo, en Sierra Leona. Suponiendo que tuviera posibilidades de tener internet. Y suponiendo que fuese una mujer que hubiera tenido acceso a una cierta educación, quizás, probablemente, posiblemente, tendría un blog llamado "por un parto medicalizado ya!" porque estaría harta de ver que en primer mundo nacen muchos niños sin problemas mientras que en mi país hay unas estadísticas de mortandad inadmisibles.
Yo soy de Madrid, la 3ª ciudad del mundo por detrás de Singapur y Copenhage, donde más rápido se camina (indicador del ritmo de vida que se lleva). En una ciudad tan rápida, por narices ha de buscarse la eficiencia. Por eso yo no puedo exigir un parto humanizado, porque el humanismo lo tengo que poner yo y no puedo exigirle a un equipo médico que lo haga, solo puedo exigir que hagan su trabajo lo mejor posible o lo mejor que crean. Tengo que confiar en su ética y agradecer la constante labor de investigación para que todo salga lo mejor posible. Y como en todos los sitios, habrá buenos y malos profesionales. Que te toque uno u otro será una cuestión de azar, y por lo tanto incontrolable. Tal vez mi mujer tuvo suerte. No lo sé...