Siempre que me acuerdo de mi parto hace 5 meses me viene la tristeza. Llegué con 7 cm al hospital, sobre llevándolo bastante bien, pero al llegar todo cambió. Monitorización constante, imposibilidad de caminar, monitorización interna, rotura de bolsa porque seguía igual y así íbamos más rápido, vía súper molesta que rebozó sangre, epidural (tras muchos pinchazos) por presión en que me la pusiera y ausencia de mi pareja en los momentos críticos (nadie me dio ánimo con lo poco que faltaba), me dejaron sola mucho rato, cuando notaba una presión como para empujar pasaron de mi ("ya a las 5 empezamos a empujar), cuando empecé no tenía ya contracciones, oxitocina a tope, posición en perneras, y tras 3 horas empujando (normal) y empujando en mi barriga, sin aclararse en qué posición tenía la cabeza el niño, episiotomía y ventosa, me cosieron los puntos sintiendo cada puntada que ni con analgesia local se me calmaba, etc. etc. Cierto es que me pusieron al niño al poco en el pecho y esas 2 horas, pero al llevarme a la habitación no me lo querían llevar porque "no estaba en condiciones de cuidarlo", como si no estuviese el padre, nos costó horas que lo trajeran a fuerza de insistir... al día siguiente a casa, menos mal... y que la cicatriz dentro de lo que cabe cerró bien... pero los recuerdos no creo que cicatricen nunca. Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (Tenerife, 2011)