No sé si os habeis topado con otro fenómeno en el asunto de los Reyes Magos que a mí me fascina.
Mi sobrina de 7 años sabe perfectamente que los Reyes Magos no existen pero finge ante sus padres que cree que sí. Un primo mío aún mayor también lo hacía. Sus padres, cuando comentaban el tema decían: "Uy, qué va. No lo sabe, es que es muy inocente".
Creen tener ventajas cuando hacen pensar a sus padres que no lo saben.
Muchas mujeres actúan de forma análoga, en mi opinión. Y no las culpo.
En su interior creen que seguir siendo incompetentes, desinformadas y no reivindicativas,atenuando su luz, hace que los demás las amen y las cuiden más y se sientan más seguros con ellas.
Muchas necesitamos desmoronarnos en el dolor y el sufrimiento innecesario para ver que ciertas personas con cierta actitud NO NOS ESTÁN SALVANDO LA VIDA.
A partir de ahí, con la confianza que vamos atesorando en el camino de ser madre, dejamos atrás la actitud emocional que nos lleva al maltrato y con mucho valor (en ambos sentidos, en el de valentía y en el de encontrarnos valiosas) intentamos ser todo lo felices y realizadas que podemos ser como madres.
Felices Reyes, a vivirlos con la misma ilusión que los niños ¡Tenemos tanto que aprender de ellos!
También a ir creciendo con naturalidad.