Que dolor...
He parido el 28.12.2011 en el hospital general de Granollers, y ha sido horrible. Tenía planeado un parto domiciliario pero ya dilatada de 7cm rompí aguas y había meconio, así que por seguridad, todos al hospital más cercano! El corazón del bebé no bajó de frecuencia en TODO el parto, ni cuando pujaba. Después de dos horas de espera, chillando porque retenía los pujos, una epidural y ya dilatada de 9cm, me dicen que me van a llevar a observación... y me llevan a quirófano, no dejan entrar a mi marido, amenazándole con hecharle a la fuerza si insiste, a mi me dicen que se ha ido, me ponen "en posición" (patas arriba, agarrándome a las barras de metal que soportan los estribos éstos, metal erosionado por el sudor de angustia de tantas otras mamás en devenir), me cubren de telas verdes, y SIN EXPLICARME NADA, sin siquiera haberme mirado una vez a la cara, el obstetra me hace una episiotomía (3 capas de 6 puntos cada), yo sigo pidiendo que dejen entrar a mi marido, el obstetra me dice que ahora no empuje con la boca sino con el culo, y empieza a forcejear con los forceps, con ruidos y gestos que me hacen pensar que está arrancando la cabezita de mi hijo. Cuando a los pocos pujos (con una asistenta a cada lado empujándome las piernas hacia la cara, con muchisima violencia) sale, pido enseguida que no se le clampe o corte el cordón aún, me dicen: si, si. Y al instante oigo tchak, y se lo llevan al fondo de la sala dónde ni lo veo. Pero le oigo llorar con terror. Pido que esperen a que salga mi placenta sóla, me dicen: ya, ya. Y al instante se me suben encima, otra mete la mano y lo arrancan (aún tengo una hemorragia y una anemia violentas). Mientras tanto a mi peque le hacen todo lo que mi claro plan de parto pedía NO hacer: colirio, agujas, jabón, etc. Les SUPLICO que me lo devuelvan, ya ambos llorando de desesperación, y una asistenta me dice: pero porqué lloras, tú? No le va a pasar nada al niño! Y todos a hablar de las fiestas, dejándome ahí mientras me cosen cómo si fuera una cosa ya inútil, gastada y sin vida.
Al fin dejan entrar a mi marido, nos traen al bebé y siguen limpiando utensilios en la estrepitosa pica de metal, y hablando fuerte, todos a la vez, sin darnos intimidad alguna. Al acabar de coserme me llevan a otra sala dónde le pinchan a mi bebé por el pie, sin avisarme, para ver su glucemie, que les parece baja, y al negarme que se lo lleven para darle un biberón, mandan a la pediatra que me dice: o le da suplemento o ingreso al niño con suero. Para que no me lo quitaran, accedí al suplemento pero sólo con jeringa sin aguja (ahora tengo problemas instalando la lactancia).
Tengo una variedad de secuelas físicas y emocionales impresionantes, menos mal que mi hijo es un tigretón que se agarra a la vida, y con una sonrisita, además! Y menos mal que está mi marido, destruído por no haber visto nacer a su hijo al que llevaba esperando tanto, pero que nos cuida con mucho amor y mucha paciencia.
Mi testimonio no es tán anecdótico cómo el de la tele, pero ahi está. Sigo sin ver lo que les llevó a hacerlo, mi hijo es muy largo, pero el ratio de su cabeza con mi pelvis daba márgen!
Pero recuerdo perfectamente cómo les cambió la cara cuando dije que estaba de 42semanas... Me llamaron irresponsable (había ido regularmente desde la semana 41 a hacerme un monitor para controlar el estado del bebé).
A qué mundo de insensibilidad, falta de empatía y barbarie he traído a mi hijo?