Hola. Estoy a favor de la "naturalización" de lo que de por sí es o debería ser natural: la maternidad, la lactancia y, desde luego, el parto. Te agradezco tu post, que es muy interesante e importante.
Solo una duda: en el texto, tras una argumentación brillante e indiscutible acabas oponiendo la libertad de elección de la madre a la libertad de elección del hijo. Creo que este argumento es innecesario y quizás contraproducente. En mi opinión crea un conflicto de intereses entre la madre y el hijo que no tiene razón de ser.
Además, interpretar el deseo de un bebé es un poco peliagudo. Podemos defender lo que es mejor física y hasta psíquicamente para el bebé, ¡pero no podemos prever su voluntad! Quiero decir: que concluyamos que el parto vaginal es lo mejor para el hijo no quiere decir que esto será lo que el hijo "elige" o "quiere". Sabemos perfectamente que tanto adultos como niños con frecuencia elegimos cosas que no son lo mejor para nosotros. Yo por ejemplo puedo preferir que el niño coma lentejas, y a lo mejor él prefiere almorzar chucherías todos los días. Y yo misma, con mis 31 años, tengo la mala cabeza de elegir con mucha frecuencia comer menos lentejas de lo que debería, aunque sé que sería lo mejor para mí. Yo, hoy en día, puedo decir que estoy dispuesta a hacer muchos sacrificios por mi madre, pero no sé si mis hijos están dispuestos a hacerlos o no por mí.
Tenemos que aclarar, pues, si lo que defendemos es la libertad o la salud del niño. Tú supones que como es lo mejor para el bebé es, entonces, lo que el bebé habría elegido (suponemos que lo elegiría de adulto, puesto que como recién nacido no me parece que tendría las herramientas intelectuales necesarias para "elegir" y ni siquiera para plantear el problema) pero, como te decía, para mí esta deducción no tiene fundamento.
Podríamos oponer, entonces, por una parte la libertad de la madre para elegir la supuesta comodidad de una cesárea (¡me parece increíble!) y por la otra el máximo beneficio para el bebé. Pero esto es otra cosa. No tiene mucho sentido ponerlo en términos de "si los bebés pudiesen hablar y alguien les preguntase, seguro que contestarían que prefieren mil veces un nacimiento natural en el momento que ellos están listos para nacer antes que uno artificial y programado".
Después de haber defendido que el parto vaginal es a la larga menos doloroso y, en definitiva, mejor para la mujer, imaginar que alguien puede de todas formas preferir una cesárea, e insinuar que en todo caso la voluntad del niño está por encima de la comodidad de su madre, lanza una sombra de duda sobre la veracidad de los argumentos anteriores ¡en donde se defiende precisamente que el parto vaginal es lo más favorable para la madre!
Digo todo esto porque pienso que con ese argumento el texto pierde seriedad creo, de verdad, que no añade nada a lo dicho y pienso, sobre todo, que crea una conflictualidad inexistente entre los intereses de la madre y del hijo. Hemos visto que el parto natural es lo mejor para la madre y para el hijo y someter un proceso natural a un tratamiento reservado a casos patológicos es una aberración. Punto.