Yo tuve a mi hija mayor por cesárea y fue elección propia, ya que venía de nalgas y aunque la doctora me dijo que ellos eran expertos en partos de nalgas no quise arriesgarme a que sufriese ningún problema; cuando me quedé embarazada de mi segundo hijo todos me decían que sería cesárea, pero yo no quería (si era evitable claro) y lo conseguí, Aitor nació de parto natural, sin complicaciones posteriores, así que tengo las dos experiencias. No soy partidaria de las posturas extremas, ni las que deciden cesárea (con buenas razones) son unas miedicas o piensan más en ellas que en sus hijos, ni las que tienen un parto natural son súpermamis, a veces las circunstancias mandan. Saludos