De lo que se trata es que un parto normal parezca normal y no un procedimiento quirúrgico. Quienes saben del tema no se les escapa que el parir más fácil y rápido tiene también que ver con que la madre tenga el menor temor posible debido a los procesos hormonales que se ponen en marcha cuando parimos con miedo.
Las normas hospitalarias se deben cambiar cuando perjudican y además cuestan dinero al erario público. Abriendo la mente se consiguen mejores resultados en todos los aspectos.
Parimos donde nos parece conveniente y si no nos gusta que nos den una bolsa para nuestras pertenencias, una bata de papel con el trasero al aire, paños verdes que no nos dejan ver bien a nuestros hijos y la bandeja de tijeras a la vista pues os vais acostumbrando a que nos quejemos.
Las tonterías las dicen los tontos y los poco informados y, que yo sepa, hay pocas madres y mujeres que reúnan esas características por estos lares.