Jesús, cada uno, en privado, puede hacer de su capa un sayo. No es lo mismo que tú, con tus colegas de planta, te vayas a la cafetería y os contéis unos chistes para aliviar la tensión, que me parece estupendo, cada uno canaliza el estrés como puede. Como digo, es distinto a que en una publicación electrónica de un organismo que pretende ser la voz de los profesionales de la Ginecología y Obstetricia de este país se ponga a las mujeres a caer de un burro. Creo que EPEN ha dejado muy clara su postura, afeando el hecho de la publicación de esas viñetas como algo que hace un flaco favor al prestigio profesional de los ginecólogos como colectivo. Me alegra que seas un matrón respetuoso y orgulloso de su trabajo, ojalá todos los profesionales lo fueran y no tendría razón de ser este debate. Un saludo.