Silvia B. Correa (unverified)
2 Abr 2013

Enviado por Silvia B. Correa (no verificado) el

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Hola a tod@s, os contaré mi experiencia. Soy enfermera y me estoy preparando para ser matrona. Adoro esta profesión. El 14 de febrero tuve a mi primera niña en el Hospital Clínico de Málaga y la experiencia fue muy bonita dentro del desastre. Como futura matrona que espero ser, abogo por los partos naturales y respetados. Elegí este centro porque aunque el que mejor fama tiene en cuanto a este tipo de partos (Hospital Costa del Sol) me comentaron que últimamente estaba muy saturado y el segundo en la lista de respetuosos era el Clínico. A lo que iba, mis contracciones comenzaron el día 12 de febrero a las 23:45h aprox. bastante regulares (cada 7-8 min.) pero como al día siguiente tenía monitores (ya estaba en la semana 41+3) decidí esperar a ver como pasaba la noche. Me presente en el hospital a las 08,30h, las contracciones seguían teniendo la misma intensidad y seguían al mismo ritmo. La gine decidió dejarme ingresada (09,00h) pero el hospital estaba saturado y como no había habitaciones ni camas disponibles me dejaron en observación monitorizada. Yo llevaba mi plan de parto y mi pelota de Pilates porque me ayudaba mucho durante las contracciones pero como en la sala donde estaba habían otras 3-4 mujeres además del personal sanitario, era imposible que yo pudiera estar en otro sitio que no fuera tumbada en la cama. A pesar de que en mi plan de parto hice constar que no quería que se me pusiera una vía, al final tuve que ceder. A eso de las 12h, se quedó libre un paritorio y allí me fui. Sobre la matrona que me tocó, no puedo decir nada más que genial. Fue un cielo. Intentó complacerme en todo lo que pudo. Yo deseaba un parto sin epi y en silla de partos vertical. La buscó y me la trajo. A eso de las 15h rompí aguas, con la mala suerte de que no eran transparentes (yo ya sabía lo que eso significaba). Me hicieron el primer tacto y después de 15 horas de contracciones solo había dilatado 3cm. Pero yo no me desanimé ni perdí la paciencia. La matrona de vez en cuando me iba preguntando cómo iba, si necesitaba algo o si quería la epi. Al cabo de dos horas, volvieron a realizarme otro tacto, apenas había dilatado y la bolsa no estaba rota del todo. La terminaron de romper y en vista de lo lento del proceso y el meconio, me avisaron de que me iban a suministrar oxitocina. Me volvieron a preguntar por la epi y dije que quería intentarlo sin ella. Tres horas más tarde, a las 20h. yo ya estaba exhausta y dilataba a paso de tortuga y vino la matrona a comunicarme que iba a darle más velocidad al gotero de la oxi, así que pedí la epi porque además de que las contracciones cada vez eran más dolorosas ya estaba cansadísima. Vino el anestesista, me tocó un MIR y no me importó. Yo también he aprendido con pacientes. La mala noticia fue que no acertó hasta la cuarta punción y la buena, que me dejó las piernas con bastante sensibilidad y aunque las contracciones ya no me dolían, las notaba, así como noté cómo salía mi bebé durante el expulsivo. A las 22h mi matrona terminó su turno y entró un matrón, que también se portó genial. Consciente de mis deseos y de cómo estaba evolucionando el parto, empezó a posicionarme de diferentes maneras porque Sofía estaba aún muy alta. Su intención era que pariera en vertical aunque ya no podría ser en la silla de partos. A las 23h vino la gine, me hizo otro tacto y me dijo que en cada contracción empujara. La matrona de las clases preparto me enseñó cómo empujar en caso de epi y menos mal que lo hizo!! Así me tiré unas 2 horas. Os podéis imaginar cómo estaba ya de agotada, no?? Volvió la gine y aquello ya empezó en serio. Mi matrón desapareció y vino otro sanitario (no sé si matrón, médico o enfermero, pero con el cansancio que tenía, yo ya ni pregunté y mi marido, el pobre, que se estaba portando super bien, estaba de los nervios pero no decía nada). Ya no podía empujar con más fuerzas y la niña no salía. El 'sanitario' empezó con la maniobra de Kristeller (sin dar ninguna información ni consentimiento). La realizó en cada contracción que tuve desde la 01,15h aprox. hasta que mi niña nació a las 02,25h (14 de febrero). NO PODÍA RESPIRAR, FUE ANGUSTIOSO. Yo estaba tan desperada que en cada contracción, en lugar de cogerme a la baranda/reposabrazos o como se llame, aplicaba todas mis fuerzas en empujar los brazos del 'sanitario' para quitármelo de encima. Al final, Sofía nació con la ayuda de ventosa. Se la llevaron corriendo y no pude hacer contacto piel con piel y yo me quedé con una maravillosa episiotomía, de la que una semana después tuvieron que quitarme los puntos porque los apretaron tanto que se me estaban clavando y empezando a rasgar el tejido. Me quedé totalmente K.O. de la forma más literal posible. Empecé a marearme y lo que yo pensaba que era una simple bajada de tensión, fue que estaba perdiendo sangre. A eso de las 05,00h me llevaron a planta y me trajeron a mi niña. Estaba tan cansada que no tenía ganas de nada, pero saqué fuerzas de no sé dónde para incorporarme y darle el pecho. A eso de las 07,00h llamé a la enfermera porque me estaba bajando la tensión otra vez y después de 30 min. (cuando ya se me había pasado) me tomó la presión arterial y me dijo que no estaba como para quejarme (95/60 después de 30 min esperando y que la noté tumbada, no me hizo falta ni incorporarme). Jolines!! Sabré yo lo que es una bajada de tensión. Me dieron ganas de ponerla de vuelta y media pero no tenía ni ganas ni fuerzas. Al día siguiente, intenté levantarme y no me fui al suelo de milagro y tras una analítica, me tuvieron que transfundir 2 unidades de sangre. Vaya que mi flojera y las bajadas de tensión no me las inventaba. Y con respecto a mi nena, tragó mucho meconio y empezó a vomitar y se la llevaron para un lavado gástrico. Por lo demás todo bien. Estuve un día más y nos dieron el alta. En fin, 27 horas de parto y una niña preciosa. Mereció la pena aunque espero tener más suerte con el próximo!! Un saludo.