Adri (unverified)
19 Ago 2011
Creo que el día que me toque haré lo mismo que S.G, quizá para entonces ya no seremos dos por mes, sino dos por semana, y a la vuelta de unos años dos por día... Me da vergüenza ajena y siento pena por este señor. Ha llegado a ser Jefe de Servicio, pero está tirando por tierra los años de estudio, profesión y el trabajo de sus nuevos compañeros. El relevo no puede darse en esta dirección, ni en este sentido. Porque es insostenible desde el punto de vista de la ética, del sentido común y de la rehumanización de nuestra especie (algo vital para su supervivencia). Espero que los nuevos profesionales sepan darse cuenta de cómo evoluciona la sociedad, y no se opongan al cambio imparable, sino que se sumen a él, convencidos de la necesidad y de la bondad de este nuevo paradigma en la atención al parto, en la manera de vivir y en la forma de actuar. Que se sumen a la nueva sociedad. Parece como si todos ellos salieran de sus formaciones programados para decir lo mismo, para sentir lo mismo, para actuar de la misma manera. El orgullo, la prepotencia y el endiosamiento en el que la sociedad los tiene encumbrados, les impide ver la realidad y vivir en ella, de ella y por ella. El problema sigue siendo el mismo de siempre, que si no hacen lo que actualmente llevan a cabo, sobran muchos profesionales, y no sólo de la seguridad social, sino de todo el sistema sanitario en su conjunto. No hay tantos partos naturales desastrosos como para emplear a tanto especialista en Obstetricia y ginecología. Así que los hacemos todos artificiosos, difíciles y complicados, y les hacemos creer que somos imprescindibles, que en el pueblo morían muchas mujeres, y que los desgarros son kilométricos. Es curioso analizar cuan dividida se encuentra la opinión de los españoles en lo ancho y largo del territorio, para cualquier tema o cuestión que trates, y cómo de parecidos son los pretextos, antes mencionados, en lo que respecta al parto. Es como si todos hubiesen escuchado, leído o memorizado lo mismo en algún momento... Me gustaría además apuntar que un hombre sin sensibilidad y empatía no puede ser jamás un buen obstetra, porque debe saltar el obstáculo de la diferencia de sexo, y además precisa admirar el femenino...Condiciones que se me antojan difíciles de ser cumplidas simultáneamente por muchos hombres. Leyendo el texto de S.G no puedo sino sentirme esperanzada, por lo que se lee, el Jefe de Servicio de un hospital no ha conseguido rebatir a una usuaria del sistema, informada, con ningún argumento de peso.Y eso me llena de alegría...Se ha limitado a usar herramientas de debate propias de gente sin recursos verbales y con escasa formación, argumentos de: ridiculización (las mujeres de África), de la exageración (se morían muchos niños), poco fundados en las nuevas evidencias científicas o desfasados (recomienda parir en litotomía, así como no cree en los beneficios del corte tardío del cordón umbilical), falsos (no conoce la fuente en la que basa su argumento la SEGO), basados en el uso de la autoridad que le otorga el cargo que ocupa (elevar el tono y amenazar con acabar la conversación), basados en el sarcasmo y en minusvalorar al oponente (ridiculizó cada una de las preguntas y se reía una y otra vez), argumentos al margen de la propia experiencia (parir en agua no dimunuye el dolor; y me pregunto yo ¿y él cómo lo sabe?¿ha parido muchas veces?) y finalmente la guinda o colofón del debate, el argumento de peso, infundir miedo (en todos los pueblos hay un par de "tontitos"). El Jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia de un hospital, no ha podido responder de manera adecuada, rigurosa, respetuosa y fundamentada, el suave embiste de una usuaria. Creo sinderamente que se confunden de pleno al creer que están en la zona superior del sistema, porque claramente, ahí arriba está el usuario. El usuario que conoce sus derechos, el usuario que busca alternativas, que abre nuevas vías, el usuario INFORMADO. S.G lo ha demostrado con elegancia y en la práctica. Lo que siento hoy no es tristeza, es una alegría inmensa. Siento a través de las palabras de este texto una pequeña batalla vencida. Esto que relata S.G, en la entrada es extrapolable a otras muchas cuestiones. Creo que presenciamos la caída de un modelo, de un sistema, y ahora viene la oportunidad, el cambio,es hora de trabajar unidos por la construcción de uno nuevo, que consideremos mejor; que consideremos nuestro. Que nos represente, que nos respete. No es momento de centrarnos en nuestras debilidades, sino en nuestra fortalezas. Un abrazo a todas, Adri