María CS (unverified)
20 Jun 2011
Claro, pero para esto hace falta algo muy importante: educación e información. A nadie se le ocurre decirle a una persona como tiene que respirar, comer o defecar. Se supone que aprendemos solitos, que sabemos hacerlo porque así lo ha previsto la naturaleza. Son procesos espontáneos, que ni siquiera pensamos. Tenemos ganas de orinar? Orinamos. Pero no viene ningún médico a decirnos que nos tenemos que sondar, por si acaso surge un problema. No, si surge el problema vamos al médico a que nos ayude a solucionarlo con drogas, aparatos y cirugía. Y que ante todo, nos traten como las personas que somos, no como trozos de carne inerte. Por otra parte, pensad lo que estudiamos en el cole sobre la digestión, la respiración, el aparato excretor, el circulatorio... información completa y detallada, sin amenazas de enfermedades y patologías. Solo nos muestran como funcionan los órganos de nuestro cuerpo. Es más, yo recuerdo que mi profesora de ciencias empezó la lección diciendo: "el cuerpo es una máquina perfecta" (se le olvidó añadir: "excepto cuando una mujer da a luz, ahí ya cambia la cosa"). Y la sexualidad? Cuatro datos del año de la polca sobre la menstruación (esos ciclos de 28 días, por favor!!), otro tanto sobre los cigotos y gametos, el desarrollo del feto y... poco más. Lactancia? Cero. Menopausia? Cero. Embarazo y parto? Cero. Cuando por fin tuve la oportunidad de ver como era una placenta, sus partes y para qué servían me pareció algo absolutamente fascinante! Es pura ingeniería de la naturaleza. Y nuestros niños? Lo saben? Pues no... Hace poco recomendaba el libro de Michel Odent, "El bebé es un mamífero" a un futuro papá y los comentarios fueron de risas y burlas: "Bueeeenooooo, no me digas que somos mamíferos", en plan "menuda obviedad, eso no necesito que me lo diga nadie". Cuándo les pregunté qué pensaban ellos que se debía hacer con un recién nacido, nadie respondió: "Ponerlo encima del cuerpo de su madre piel con piel y esperar a que empiece la lactancia". Ya os podeis imaginar lo que respondieron (exactamente, corte temprano del cordón, examen del bebé, limpieza, llevarlo al nido...) Para que nuestros partos sean respetados, sean o no medicalizados, tenemos que empezar a asumir el respeto y la autonomía de nuestros cuerpos desde niños.