susana (unverified)
31 Mayo 2011
Lo que es un insulto para las mujeres que se ponen en sus manos no es el término "vaginalista", sino que alguien así (cuyo respeto por la salud física y emocional de la mujer gestante es el de un zapato viejo) sea jefe de obstetricia de un hospital que atiende 11.000 partos. Lo que le delata, desde luego, es el uso de los términos "a toda costa" y "demasiados". Y ninguna mujer que se precie de proteger su salud debería poner su embarazo, su parto ni su bebé en manos de sujetos como éste, que por desgracia abundan. Todo se andará y acabarán en el paro el día menos pensado como no cambien su discurso "hilarante" de "hacemos daño a toda costa, ya sea con cesáreas como con DEMASIADAS episiotomías o forceps". Las matronas, las pobres, son como los niños soldado, no responsables, pero sí imprescindibles para que esto siga así.