Que texto tan precioso.... me encanta, es delicado y transmite a la perfección la melancolía y la tristeza que yo sentía cuando parí a mi primera hija, veía embarazadas por la calle y sentía pena por ellas.... me daban ganas de gritarles: "Corred! Huid! No sabeis lo que os van a hacer!" pero no decía nada.
Ahora, cinco años despues y un parto gozoso mediante, he curado eso y he aprendido a hablar del parto y de mis partos, pero aprender me ha costado sangre sudor y lágrimas (literalmente).
Gracias por este texto.