Hola: Yo estoy muy agradecida a vuestra asociación y a la persona que me informó de vuestra web ( y también a la VIDA con mayúsculas que ayudó). Yo hice el viaje al revés, cuando me enteré que estaba embarazada pensé: "ay, por Dios yo quiero cesárea y no sufrir". Luego vino mi proceso, porque es un verdadero proceso. La primera vez que os visité me hinché de llorar, me parecía tan injusto y tan doloroso que durante meses no pude volver pero atravesé mi miedo y fuistéis mi trampolín. Asistí a una reunión vuestra, de ahí recibí más información. Me apunté a cuatro cursos de preparación al parto y sólo terminé dos de ellos, donde se cubrían mis necesidades verdaderas de información real y acompañamiento. Hice mi plan de parto, tuve un buen parto, y eso que yo tenía todas las papeletas para que me hicieran una cesárea (FIV, 39 años, pérdidas anteriores, mi parto duró tres días, primeriza y muchísimo miedo). Llegué al hospital con casi 8 de dilatación. Tuve mucho coraje, estar en casa con contracciones, le escuchábamos el latido a nuestro hijo y sabíamos que estaba bien, y yo sabía todo lo que estaba pasando y también sabía que ir al hospital era que se me parara el parto (soy una persona muy nerviosa y la opción de recibir mal trato me asustaba). Y a pesar de todas mis dificultades lo tuve bien y no lo separaron de mí ni sufrió ninguna intervención. Sí que hay cosas que cambiaría, pero muchas otras se dieron gracias a conocer y ponerle conciencia a lo que iba a pasar (y a Dios o como lo queramos llamar). Puse mucha energía en que fuese bien para mi y sobre todo para mi bebé. Las cosas para él las compré pero mi prioridad era que mi hijo naciera en paz. Si me vuelvo a quedar embarazada lo quiero tener en casa. Os doy las gracias con el corazón en la mano.