Anonimo (unverified)
11 Ene 2011
Anónima muchas gracias por tu comentario. No me ha molestado en absoluto y no creo que lo que quieras sea crear polémica. Es mas, te agradezco que lo hayas hecho, me das la oportunidad de explicar otras cosas. Cuando dije que era una niña, es que de verdad lo era. Yo tengo 31 años, y no vería a alguien de 27 como una niña (no soy tan vieja ) ). Era una chica bastante joven. Lo que quería expresar es que desde luego no era residente de ultimo año. Y luego, quisiera decir algo que me parece muy importante. Yo soy fisioterapeuta y trabajo en la sanidad publica. Puesto que has estudiado enfermería imagino que conoces mi profesión y sabrás que es un trabajo en el que “haces” daño a la gente. Soy tutora de practicas de 2 universidades (umh y CEU de Elche) y jamás un solo estudiante ha tocado a un paciente sin haber pedido antes su consentimiento, y luego, mientras realizan el tratamiento no dejo de insistirles en que se presenten antes de nada, miren a la cara al paciente, le pregunten si pueden soportar el dolor y cuenten con el paciente para cualquier cosa que vayan a hacer. La residente que me hizo la ventosa, nunca sabré su nombre, no me miró a la cara (y casi ni yo a ella puesto que estaba completamente horizontal y mi barrigón no me dejaba ver nada). Pero realmente lo que es denunciable es que ninguna de las 3 ginecólogas presentes me dijese que era una estudiante, que era su primera ventosa (no sabia si el pivote metálico que lleva iba hacia arriba o hacia abajo) y que si yo daba la autorización para que la hiciese por primera vez en mi cuerpo y con mi hija. ¿Que lección ha aprendido esa residente? Pues yo te lo digo: ha aprendido que las mujeres de parto no somos mujeres. Somos una pelvis y una vagina. Como estamos en litotomia se evitan tener que mirarnos a la cara y ni siquiera escuchan nuestros ruegos. Y lo digo, en el caso de esta residente, con conocimiento de causa, pues cuando acabó el alumbramiento y dejaron pasar a mi marido, las 3 ginecólogas y 3 de las residentes se fueron y dejaron a la que me había hecho la ventosa allí para que me cosieran. Tanta prisa tenían??? Me parece una zona lo suficientemente delicada como para que haya alguien supervisando la sutura. Me da igual que haya cosido mil veces en las practicas en la carrera con patas de cerdo o con pacientes reales. MI periné es lo suficientemente importante como para que una de las ginecólogas se quedase supervisando. Pero claro, es importante para mi, no para ellas. Decía que con el estrés pueden no parar a presentarse o explicarte nada (que me lo creo en situaciones de urgencia, no en mi caso) pero una vez terminado todo, se puso a coser sin mirarme o hablarme, yo no se la de veces que le dije que me estaba haciendo daño, que no me dolía cuando me cosía, sino cuando me apretaba (imagino, porque no veía nada, que me apretaría con una gasa para ver si sangraba, o vete a saber, yo de suturas no entiendo). Le dije que la epidural no me había hecho efecto al 100% y lo estaba sintiendo todo, y me estaba haciendo daño. Le pedí que me avisara cuando fuese a apretarme para relajarme y que me doliese menos y ni me contestó, ni me avisó nunca. Simplemente ni me estaba escuchando, o si me escuchaba, me estaba ignorando, que para el caso es peor. Y estoy hablando de una residente que se supone que tiene ilusion, que no está quemada por los años de trabajo en un servicio publico de salud, (que los que llevamos tiempo haciéndolo sabemos que desgasta). ¿Que clase de ginecologa va a ser esa chica cuando acabe la residencia? Pues una mala ginecologa y una mala medica porque no trata mujeres, trabaja con vaginas y saca bebes a los que ni mira, pero no sabe o no le importa desde el primer día ponerse en la piel de la mujer a la que esta tratando. No se si hubiese dado mi consentimiento si me lo hubiesen pedido. Seguramente sí porque te infantilizan tanto desde el momento que entras que al final te dejas hacer de todo, pero pedir consentimiento es obligatorio y se lo saltaron a la torera. No demonizo las residencias. Yo también hice practicas con pacientes a los que sabia que estaba haciendo daño, y siempre me presenté, les miré a la cara, les pregunté durante el tratamiento como se sentían, si necesitaban un respiro, si les dolía demasiado... Y sigo haciéndolo. Y mis estudiantes lo hacen, y el que no lo hace no aprueba las practicas porque no tratamos rodillas, ni hombros... ni vaginas. Tratamos personas. Y de eso conmigo se olvidaron. Un beso y gracias a todos por vuestro apoyo. Os aseguro que ayuda bastante.