No creo que pueda expresar la rabia, la indignación y dolor que me produce este relato.
¿Dónde queda el juramento ético de los médicos, que encima son mujeres? Para ser médico se necesita mucho más que terminar la carrera y aprobar las materias, por este tipo de comportamientos tendrían que quitarles la licencia. Si no son capaces de conmoverse y entrar en sintonía con un parto, están muy lejos de poder reverenciar la vida.
Tienen todo el derecho de pensar lo que quieran al respecto del parto en casa, incluso pueden si quieren después del nacimiento con calma y respeto manifestar su postura, pero lo que hicieron fue un abuso de poder, una violación en toda la regla!
Agradezco enormemente a la madre que comparte esta experiencia, por su coraje y valentía, por su honestidad e integridad, por la generosidad de abrir su corazón y sus entrañas y relatar lo vivido. Hablarlo ayuda a que dejemos de normalizar y esconder los abusos que recibimos, estoy segura que un relato como este puede cambiar la historia de muchas mujeres y sus hij@s.
Me sumo a la voz de Adri y desde la distancia también me uno a ti.