Yo pienso que Anabel tiene razón, los juguetes son poco adoctrinantes, pero sí un reflejo de la cultura social. Lo que es realmente necesario es una buena información a lo largo de la vida y toda la etapa formativa. Yo jugué con biberones y chupetes, soy hija de la violencia obstrética de los 70 y recuerdo a mi madre dar el biberón a mi hermana ya que nos amamantó pocos meses, pues todos los médicos recomendaban como locos las leches de fórmula. Eso sí recuerdo cuando tenía 5 o 6 años algo que me marcó mucho. En el pueblo de mi madre, cerca de León, vi un día al anochecer parir a la vaca de la vecina y cómo la cría se enganchó a sus ubres. Esa misma noche le pregunté a mi madre cómo nacían los niños y me contó toda la parafernalia hospitalaria, yo le dije que las mujeres podían hacerlo igual que la vaca y desde entonces confío en nuestra capacidaz de parir y los partos como los de mi madre me parecían y me siguen pareciendo algo anormal ( y las leches de fórmula).