Nuria (unverified)
4 Dic 2010

Enviado por Nuria (no verificado) el

In reply to by Antonia (no verificado)

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Si estando en la carnicería, el dependiente a su pregunta "¿Tiene lomo de cerdo?" le respondiera. "Lomo de cerdo, ¡está loca! con lo gorda que está usted y lo mayor que ya es, le voy a poner unas chuletillas de cordero que a mi me gustan más y son más ligerítas. Pero mira que ocurrencias tienen estas mujeres. Es que tendrían que prohibirlas ver la televisión, claro... tanto Arguiñano. Se les mete unas ideas en la cabeza... Mire, el que sabe de carne soy yo, así que a callar". Usted (como yo), le recriminaría su comportamiento y daría un portazo al salir. Pero mira tú por donde, el carnicero no solo no le deja salir, sino que además, la ridiculiza delante de todas las demás clientas. Mientras, todos los dependientes, la rodean riéndose de usted (al fin y al cabo todo el mundo sabe que la carne de cordero es mucho más cardio saludable que la de cerdo). Si esto le sucede alguna vez, le animo a que denuncie, se trata de una agresión en toda regla, física pero sobre todo moral. Tal vez ahora pueda entender porque llamamos violencia obstétrica, a lo que se ve en muchas consultas. Mujeres ridiculizadas por ginecólogos en manada, tildadas de locas o suicidas, "castigadas" a sufrir tactos continuos mientras se ríen de la forma de tu útero o vagina. Médicos que ponen en peligro la vida de tu hijo y la tuya, porque les importa más seguir un protocolo, que usar el sentido común. Antonia, Maria, todos estos ejemplos los he vivido yo en primera persona. Lo más vergonzoso, es que aún no he presentado ninguna reclamación. Pero gracias a mujeres como Claudia, he aprendido a poner nombre a lo que me hicieron.