Sospecho que ya han hecho cálculos de cuánto dinerito dejan de ganar por cada insumisa que decide dar leche para terneros a su bebé y ofrecerle todo su amor, su tiempo y el alimento que la naturaleza ha diseñado para optimizar su protección inmunitaria, energía y crecimiento.
No sólo pierden dinerito de leche artificial, biberones, tetinas y chupetes, pierden en medicinas, consultas de pediatría y demás.
Y ya ni te cuento que desear un alargamiento de la lactancia lleve a que muchas mujeres dejen en masa (a lo mejor se les ha pasado por la mente...) sus empleos basura para tener menos mano de obra barata que les haría tener que subir los sueldos...Para los intereses a los que este periódico da la voz, sería el apocalipsis.
Pues señores, con su permiso o sin él, mi niño de 14 meses quiere teta, yo tengo dos y voluntad de dársela. ¿Que soy una vaca? Como diría Groucho Marx "Si los que hablan mal de mi supieran lo que opino de ellos, hablarían mucho peor".