Y al sistema lo que le interesa no es en cambiar, sino tapar nuestras bocas.
Animo a reclamar, animo a que esa reclamación no se quede en el hospital donde irá a la basura, la consejeria también la tirará, ministerio de sanidad, seguramente buenas palabras.
Pues además de estás, mandemos las reclamaciones a Bruselas porque se trata de reclamar nuestros derechos y por experiencia se, que en este país nadie defienden los derechos de una mujer en la sala de partos.