susana (unverified)
15 Oct 2010
Me alegro muchísimo de que exista la libertad de expresión para que tanto p.r. dé a conocer claramente la estulticia misógina que impregna nuestra sociedad cuando de parto y pérdidas se trata (o simplemente la incapacidad de afrontar el dolor ajeno para después negarlo, que también existe). Yo prefiero solidarizarme humanamente con las madres tras expresarles mis condolencias. Aunque no he sufrido semejante dolor, puedo conectar porque he estado embarazada y he sentido el temor visceral a que algo fuese mal y quedarme sin la maravilla que soñaba. Para ellas ese temor se hizo realidad y si lo pienso, lloro por ellas. Lo que le pasa a su útero y al mío, a su vagina, ovarios y a mis tetas ya ha sido suficientemente ignorado y es hora de que se le ponga nombre y apellidos y se hagan reconocimientos colectivos, de reivindicación y de dolor cuando nos parezca necesario. Cuando no haya necesidad, nos quedaremos en nuestra casita, la mar de contentas. Lo que nos pasa a las mujeres importa porque somos, aunque no te importase otra cosa, las que procuramos (con nuestro útero) gente a esta sociedad y da miedo que tengamos ese poder.