Qué bueno, qué buen símil. Lo que hay que aguantar. Con lo importante que es el nacimiento para el futuro de la sociedad y lo arcaico del sistema, lo antinatura que es aún. Hace dos meses di a luz a un angelito, mi primer bebé, con 30 años de edad que tengo. Pero hace años, desde los veintitantos, que pienso en cómo quiero mi embarazo, parto y postparto. El miedo y temor que tenemos las futuras parturientas es la angustia que te transmiten en el hospital, hay que ser muy fuerte para no dejarte influenciar por sus comentarios. En mi caso no quería ir a un hospital para parir, pues para ellos soy una enferma (dicho por ellos eh). Bueno, así que.. que me den una pastilla para curarme el bombo, mira que... Pero al final no tienes más remedio que ir, ya que en mi ciudad no hay otra opción. El caso es que esperé en casa lo más posible, obligada por lo que sabía que me esperaba si llegaba pronto, pinchazos, inmovilización, rajarme, comentarios de tú estate quieta.. Ya en las clases de preparación al parto nos llamaron el primer día 'analfabetas obstétricas'. Mon dieu, latín no sé, matemáticas se me dan fatal, pero señores, de parir sé más de lo que creo que sé, pues tengo mi instinto de mamífera y estoy preparada, mi cuerpo y mente lo están de hace muuuchos años. Ah, y para ser primípara, sólo estuve dos horas con contracciones fuertes y llegué al hospital ya en la fase del expulsivo. Hubiera querido estar más, pues pensaba que serían más horas, y poder disfrutar de ese momento, de ese mágico dolor, de ese placer de parir. Ah, y pido a la humanidad que olvide ya lo típico que se le dice a una parturienta: 'que sea una horita corta'. Qué angustia por dios, llego a escucharlo una vez más y entra sarpullido o algo por el estilo. Felices partos amigas y amigos.