Diana Aragon (unverified)
1 Ago 2016

Enviado por Diana Aragon (no verificado) el

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Mi hijo Ernesto nació en casa, en un precioso y duro parto respetado, con el acompañamiento profesional de dos experimentadas matronas que no me cabe dura hubieran procedido a un traslado hospitalario en caso de ser necesario. Y es q parir en casa no significa renunciar en ningún caso a la ciencia ni a la seguridad, todo lo contrario, cuentas con lo mejor de los dos mundos. Muy bellas palabras Nuria