Nuria Martínez Lozano
31 Mar 2016

He sentido una rabia tremenda al leer la experiencia de esa mujer. Y deseo de todo corazón que la residente haya aprendido bien la lección. Porque en ocasiones, esos ejemplos a no seguir, nos enseñan mucho más como queremos comportarnos en la vida. Animo a Eva a escribir una carta de queja ante semejante "profesional".