Lola Chacón
11 Jul 2014

Me parece un post muy acertado. Yo también me lo he preguntado muchas veces. Sin entrar en el debate LM/LA, que yo creo que debería estar más que superado, me indigna entrar en mi ambulatorio y verme rodeada de publicidad,  y no digamos ya dentro de la consulta del pediatra, todas las paredes adornadas con simpáticos carteles de la marquita de alimentación infantil de turno indicándote que permanezcas en silencio, que llames a la puerta antes de entrar, cuáles son los percentiles, qué debería hacer tu bebé dependiendo de la edad... ¿Qué pasa? ¿Que la sanidad pública (Osakidetza en nuestro caso) no tienen cartelitos de ese tipo, igual sin tanto colorido, pero sin el patrocinio publicitario? ¡Si hasta me encuentro folletos de Nutriben entre los cuentos para niños de la sala de espera! 

En una reunión de La liga de la leche nos explicaron que ellos no iban a las consultas a formar uno por uno a los pediatras, organizaban charlas para profesionales y se apuntaba el que estuviera interesado en el tema. Sin embargo, los visitadores de leche artificial sí que se molestaban en ponerle las cosas más fáciles, yendo consulta por consulta explicando sus últimas novedades... Lo he visto personalmente en la consulta de mi pediatra cuando, en la revisión de los cuatro meses, ella y la enfermera nos hicieron esperar media hora con respecto a la hora de la cita mientras atendían a uno de estos comerciales, al que acompañaron hasta la salida del centro entre sonrisas. 

Y qué decir de su falta de ética y profesionalidad cuando les informas que vas a seguir con lactancia materna exclusiva hasta los seis meses (como recomiendan la OMS y la AEPED ) y ellas, haciendo oídos sordos, te dan la consabida hojita para que sustituyas las tomas de la mañana y la noche con el biberón de no sé cuántas cucharadas de leche en polvo y sus correspondientes cereales sin gluten ¡desde los 4 meses!

Si es que no se cargan más lactancias porque las madres nos estamos informando, que esto es una lucha continua. ¡Qué pena!

Por supuesto, hablo desde mi experiencia, que me consta que también hay profesionales sanitarios que disfrutan con su trabajo y siguen las evidencias científicas más que las últimas novedades comerciales... ¡A ver si se deja caer alguno por mi CAP!