María López de Hierro
22 Ene 2014

Qué tristeza. Ese laberinto, la falta de comunicación con los "Dioses todopoderosos de la Obstetricia", el hermetismo, nuestra necesidad de saber no resuelta. La desesperación, la desesperanza, la elección forzada y sin recursos, la soledad... y las consecuencias. 

Gracias por compartir y desde lo más profundo, espero que Paula encuentre el modo de sanar la herida.