ELISA
9 Jul 2013
Entiendo que esta entrada ofrece, no una visión de conjunto, sino un cambio de criterio respecto al contenido en las anteriores entradas del blog: El 10 de abril sostenían: "Luego, supongo que para compensar tanta restricción, se dijo que si lo congelas lo puedes comer sin riesgo, y empezaron a hacerse cosas tan extrañas como congelar jamón serrano antes de comerlo las embarazadas, sin ninguna necesidad ni fundamento". El 18 de junio afirmaban: "Pero estudios más actuales...claramente demuestran que el jamón curado (español para más señas) no contiene toxoplasma". Ahora, la conclusión es: "...si alguien duda de si el jamón que tiene entre manos puede provenir de ese 1% de cerdos seroprevalentes, o de si el curado no ha terminado de ser 100% efectivo, antes de renunciar a tan magnífico placer, siempre queda la salida de congelar...se debería hacer énfasis en el bajo riesgo implícito asociado a este producto aún cuando se consuma sin congelar". Me entristece que EPEN, que realiza una encomiable labor por el respeto a las recomendaciones nacionales e internaciones sobre atención al parto en España, y que merecidamente está siendo reconocida por ello, en este asunto difunda consejos al margen de las recomendaciones sanitarias.En los dos ámbitos se trata de la salud materno-infantil, y en mi opinión una asociación que se define como de usuarias del Sistema Nacional de Salud y sus parejas, debería difundir información acorde con las recomendaciones de los organismos con autoridad en la materia.