Irene (unverified)
31 Ago 2013
El día 1 nació mi hijo en el Hospital de Torrejón y todavía estoy pensando si les denuncio o no. No quiero volver a verles ni en pintura. Nosotros íbamos informados por las reuniones del parto es nuestro y por eso en la semana 38 me cambié de una clínica privada a "este maravilloso hospital". Quería un parto respetado y fue todo lo contrario. En una revisión se dieron cuenta de que se me había fisurado la bolsa (yo no lo había notado). Estaba de 40+1. Así que me lo indujeron. Me pusieron el tampax de prostaglandinas y pensaban que tardaría en hacer efecto, pero a los 5 minutos tenía contracciones de 140 y dos en un minuto, así que me lo tuvieron que quitar porque le faltaba oxígeno al niño, pero las contracciones siguieron igual, no se espaciaban. Cada vez que el niño se quedaba dormido me zarandeaban la barriga para despertarle. A las 10 de la mañana, después de 11 horas de contracciones tremendas llevaba 2cm y cuello sin borrar, así que deciden romperme la bolsa, cosa que hizo una matrona de lo más desagradable, que me hacía los tactos en plena contracción porque decía que no tenía tiempo de esperar y me hizo también la maniobra de Hamilton, o sea, intentó abrirme el cuello con la mano y todo eso con las contracciones terribles que tenía. El niño estaba encajado, pero de tantas contracciones se replegó para arriba. A las 12 de la mañana todo seguía igual y me pusieron la oxitocina. Cada vez que venía la matrona me subí la dosis sin explicarme nada. A las 17.30 de la tarde pedí la epidural porque aunque no quería ponérmela estaba agotada sin dormir, sin comer, con dos contracciones en un minuto y después de 20 horas de parto. Me la pusieron y me pusieron suero y me obligaban a beber agua, así que me hacía pis cada 5 minutos.Les pedí que me sondaran y se negaron porque decían que podía mover las piernas, así que tenía que hacer pis en la cuña (que me tenía que poner mi marido) delante de todos los estudiantes que desfilaban por allí. Todo para nada porque me pusieron tanta oxitocina que me seguía doliendo. A las 18.30 a mi hijo se le subieron las pulsaciones a 180 y pedí una cesárea y me dijeron que eso no podía decidirlo yo. Así le dije a la matrona que quería que me viera un ginecólogo. Vino una ginecóloga y me hizo un tacto y vio que estaba de 4cm y de tanta medicación se había hecho un reborde en el cuello del útero y cuando vio que el niño tenía taquicardia decidió cesárea de urgencia. El niño se había replegado para arriba, así que me hicieron la kristeller en la cesárea. Se subieron dos médicos encima mía y me decían que era necesario porque el niño era muy grande, así que...ya ni me quejé porque con la barriga abierta y después de 22 horas ya no tenía fuerzas. El niño pesó 3,330kg (o sea, que no era muy grande). Tuvo falta de oxígeno y nació muy amoratado, pero poco a poco fue cogiendo color. A consecuencia del mal parto se le subió el sodio y los pediatras me decían que era porque a mí la leche me subió a los dos días y medio y claro, se había deshidratado. Una amiga mía que es matrona y trabaja en Alemania me dijo que era mentira,que al niño se le había subido el sodio porque al tener taquicardia se sube el potasio y eso hace que suba también el sodio. Le pinchaban en el talón cada 6 horas para controlarle y le pusieron suplementos de leche artificial. Cuando me subió la leche se lo dije a la pediatra y me dio un bote para que me sacase mi leche. Me dijo literalmente: "Tienes que sacarte la leche porque has tenido una subida muy fuerte. La tiras en este bote y le das al niño el suplemento sí o sí". Así que ya el grado de absurdo del HOSPITAL AMIGO DE LOS NIÑOS ERA SUPERLATIVO. Después se me infectó la cicatriz y fui a curas al Hospital 12 de Octubre que es el que me corresponde y me dijeron que me habían hecho mal la cesárea porque tenía un seroma infectado (grasa infectada) y soy delgada, cosa que a ellos no les cuadraba. La pus me caía por las piernas. Y todavía después de un mes sigo tomando antibióticos. Y para rematar quiero decir que a mi hijo le han hecho 3 VECES LA PRUEBA DEL TALÓN, dos en el hospital de Torrejón porque se les degradó la muestra y la tercera me han llamado del Gregorio Marañón porque la muestra que habían recibido estaba otra vez mal, así que le hemos tenido que llevar allí para que la repitan. También he de decir que perdieron la muestra de sangre que le sacaron al niño y la que me sacaron a mí en quirófano y nos tuvieron que sacar sangre nuevamente a los dos (a él de una vena de la mano).Y una muestra más de lo bien que trabajan en Torrejón; a los tres días me dan el alta a mí, pero dejan a mi hijo ingresado por el problema del sodio y me dejan quedarme con él porque me negué a que le metiesen en neonatos. Bueno, pues las enfermeras me traen mis sábanas y me dicen queme haga yo la cama porque ya no soy paciente y me quitan la medicación para el dolor. Además mi marido pidió las analíticas del niño y nos las han negado (dice mi amiga matrona que para que no les denunciemos). Ah y otra cosa que ha escandalizado bastante a la matrona de mi barrio es que le daban jeringuillas de agua con azúcar cada vez que le iban a pinchar para que no llorase. En fin, que no guardo ningún buen recuerdo de este hospital y estoy dispuesta a contarlo donde sea para que no le pase a nadie más. No son hospital amigo de los niños, ni de parto respetado, ni mínimamente profesionales y humanos. Mi experiencia de parto en este hospital casi me cuesta la salud de mi hijo, la mía y una depresión en toda regla.