Diana Montero
16 Abr 2013

Ese "jajaja", ¡qué musicalidad! Está usted mucho más maja cuando se ríe que cuando se enfada.

Ahora en serio y sin acritud por mi parte, le diré una cosa: que un bebé sea prematuro no implica que tenga que restringírsele la ingesta de leche materna. Leí una vez que el reflejo de succión se desarrolla en torno a la semana veinte de gestación, por lo cual los prematuros suelen tenerlo presente y es deseable que lo ejerciten. Sigo sin ver qué razones logísticas pueden limitar de manera real y razonable los horarios de alimentación de un bebé ingresado en esas unidades.

Doy por hecho que los profesionales sanitarios ponen lo mejor de sí para colaborar en la recuperación de sus pacientes y me figuro que debe de ser terriblemente duro trabajar con bebés prematuros que luchan por salir adelante. En serio, creo que debe de ser un servicio especialmente exigente con quienes trabajan en él, pero, por favor, reléase usted: ha hablado del número de pacientes ingresados como condición para poner horarios a las tomas, ¿es eso de verdad para usted un argumento concluyente? ¿Tiene mi hijo que comer con horarios solo porque hay más personas en la sala?

¿No les parecen importantes los testimonios de las familias que dicen que el HULA no cumple ni una de las tres recomendaciones? En fin, que si quiere usted podemos seguir aquí "ad infinitum"...