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Tu llegada a la luz

La fecha prevista de "tu llegada a la luz" era el 28 de Julio. En contra de todo lo esperado a nivel social y familiar, preparamos todo para que nacieses en casita, rodeado de todo el amor que te mereces, y por supuesto, todo el respeto y el calostro que necesitas! (Digo calostro, porque la lactancia fue sin duda el tema que mas me obsesionó, y lo escribo sin comillas, porque realmente estuve obsesionada por el tema... Creo que debe ser porque no he mamado nunca...)

No sé porqué desde que me alcanza la memoria siempre quise que nacieses en agua... Me imagino que siempre me parecio lo mas lógico, pues vienes de estar en agua desde hace 9 meses, por lo que siempre imaginé que sería lo más fácil para ti... Y me imagino que también algo de influencia de tu tía Carolina, que siempre ha sido alguien importante para mi. Así, por ello quise que nos acompañase en tu llegada.

Así que empecé a prepararme para ello. Estamos en Eslovenia, por lo que el hecho de que la fantasía de tenerte se hiciese realidad fue un poco compleja al principio, pues no tenía mis papeles preparados y estaba empezando a "aclimatarme" al país... Profundizando un poco sobre las diferentes opciones que teníamos (pues aunque lo tuviese todo muy claro, al ser primeriza, tenía la duda de si sería mejor hacerlo de otro modo). Aquí dar a luz en casa ("Dar a luz" que forma más maravillosa de expresar un nacimiento. Me encanta!) es a-legal, es decir, no esta contemplado en la ley, sino que es un vacío legal. Esto implica que no tenemos asistencia sanitaria domiciliaria. Toda comadrona que asista un parto domiciliario se quedará sin licencia, por lo que tienes que irte a Austria (3h de camino) a buscar una que te pueda asistir. Con todo lo que ello conlleva, sin visitas antes del día tan esprado, ni después y sobre todo, lo peor para mi, la eterna duda de si llegará a tiempo... Pero siempre confiando en el Universo!

Menos mal que tuve una doula maravillosa (en el pueblo de al lado) que me ayudó muchisimo en toda la toma de decisiones, y sobre todo en darme mucha información que necesitaba, de la cuál no era consciente (Simona, gracias por todo! Nunca me cansaré de repetirtelo! Estaré siempre agradecida y en deuda!). Estuvo siempre a mi lado, antes, durante y después de todo el proceso.

Cabe decir que siempre tuve muchisimas ganas de vivir el parto! No sé porqué, no me asustaba. Siempre creí que era un regalo divino poder vivir una experiencia tan mágica y que era realmente un regalo del Universo! El mayor milagro de la vida y el mayor regalo que tu padre y yo nos podíamos hacer el uno al otro (Y así ha sido!). Sólo me asusté un poco cuando me puse a lavar tu ropita y al verla tan pequeñita... me dio miedo pensar lo delicado (que no frágil) que ibas a ser, y si sería capaz de cuidarte como te mereces...

Desde el principio (siempre que pude desde la distancia.. claro!) Paula nos hacía visualizaciones, donde disfrutabamos muchisimo los tres de los tres, totalmente llenos de amor. Destacaría dos de ellas. En una (puede ser la mejor visualización de toda mi vida) en la que cuando Pauli me preguntó que necesitaba... la respuesta fue.. »nada«. Sólo necesitaba poner a tu padre en la imagen, y entonces, ya fue todo perfecto! Y la última antes de tu llegada, en la que visualizamos el poder de la Madre Tierra representado a través de la leche materna... Aún puedo ver el poder del color plateado que recorre mi cuerpo para alimentarte con todo mi amor! Y funcionó (engordaste 6.300 gr y 15 cm en 3 meses!!!) Con eso y la claridad y paz que me dieron las respiraciones con Gloria, tu embarazo y mi preparación para tu nacimiento, me ayudaron a poner muchas cosas en su sitio. Y sobre todo para mi crecimiento personal. Muchisimas Gracias Hijo!

Tu tía Carolina tenía llegaba el 19 de Julio a Trieste. Teníamos pensado enseñarle un poquito el paraiso donde vivimos, ir a nadar al lago, darnos masajes con arcilla, pasear... Pero como siempre... Todo es impredecible!!!! Ya que al día siguiente de su llegada por la noche (20.VII) con nuestras interminables charlas le dije "Me voy a la camita que tengo bastante molestia en los riñones"

Fueron interesantes todas las conexiones de esta noche... Tu tía Mateja me había comentado que tuvo un »lapsus« donde recibió el mensaje de que nacerias el miércoles. La comadrona (Úrsula Walch), con la que no había hablado desde hacía unos días (porque no lo había necesitado, pues siempre estuvo para mí en la distancia) justo me envió un mail por la mañana. Tu abuela Danica me comentaba que ahora que ya teníamos todo organizado (la casa limpia, el carrito, el nacimiento en casa, tu tía ya aquí,...) ya estabas listo para venir. Hablando con Simona para que conociese a Caro antes del parto le dije entre risas, "bueno, con lo rara que estoy... puede que ya no tengamos tiempo". Y Así fue!!! Todas las mujeres madres conectadas con tu llegada! Gracias a todas!!!! Incluso Gloria Madre y Paula querían que nos viesemos por skype entre el lunes y el martes.

A media noche me fui a dormir, y sobre las 3 a.m. de di cuenta de que estaba durmiendo entre contracción y contracción. Así que como buena primeriza... (jiji) empecé a dudar si llamar a la doula o no, si llamar a la comadrona o no... Tras un rato de dudas... Desperté a tu padre (ahora hubiese esperado un poco más...) Habíamos estado hablando sobre una lista que les tenía que hacer para que preparasen todo para cuando llegase el momento, pero no nos había dado tiempo a hacerla!!!! Así que tu padre nerviosisimo, cogió una libreta y empezó a prepararlo todo. Y juntos decidimos que era hora de llamar a la doula (siempre mejor una llamada a media noche que al final dar a luz sola! Jiji) Las contracciones eran cortas e irregulares, así que decidimos que esperaríamos hasta por las 7 a.m. para llamarla. Pero justo al colgar el teléfono, parece que me relajé, porque las contracciones aún siguiendo cortas, se hicieron muy seguidas, cada 5 minutos, así que decidí llamar a Ursula. Ésta escuchó las contracciones a través del teléfono y decidió que ya se ponía en camino. Me comentó que esperase hasta que ella llegase para meterme en la bañera.

Mientrás tanto, tu padre tenía todo casi organizado. Yo sabía que tenía que intentar dormir un poco más, y realmente hubiese podido, pero tu padre estaba demasiado nervioso (que gracioso!) para dejarme... jijiji... tanto, que a las 5 a.m. tenía hasta pan hecho!!! Si, si, se puso a hacer pan! A las 6 a.m. decidimos despertar a tu tía Caro. Era increíble… ya venías!! Aún estaba procesando que estaba embarazada, y ya estábamos con el parto!!! (Ya tienes 4 meses y sigo sin creérmelo!)

Por el momento no me molestaba la luz, así que me di unos cuantos paseos del salón a la habita. No sé por qué la pelota no me gustó nada, de hecho me dolía más!! Tu padre fue a recoger flores Caro puso las flores por todos los templos, tanto los de siempre como el preparado en el baño especialmente para ti! Quedó tan bonito, tan maravilloso… que como no… hasta le hice fotos! Pero sobre todo me colmó de paz y belleza. Y Yo me puse a preparar los carteles para “bendecir” el agua donde estaba preparado tu nacimiento. El mensaje fue: “Amor, Seguridad, Prosperidad y Facilidad”. Esta fue mi intención, que llegases a la luz colmado de esta energía, apoyo y sobre todo, con todo el Amor que tu familia te había dado durante 9 meses, el cuál estábamos deseando por fin colmar… acariciándote! Espero que haya funcionado!

A las 8 a.m. llegaba Úrsula. Hasta el momento todos mis deseos se estaban cumpliendo… El más importante, la comadrona había llegado a tiempo! Vio que ya estaba dilatada de 4 cm. Y que tú estabas perfecto! Nos explicó que era mejor que esperase un poco hasta meterme en la bañera. Pensándolo ahora, hubiese sido mejor que hubiese esperado todavía más…

Me dio unos remedios homeopáticos para que las contracciones fuesen más efectivas, por supuesto no iba a reducir el dolor, pero si ayudaría a aprovechar mejor las contracciones para la dilatación. Tras pasear un poquito más y estar algo de palique con mis maravillosos acompañantes… Me fui a preparar la bañera, y tenía tantas ganas de meterme, que ya me quedé! Este momento fue el más bonito de todos! Relajadita en la bañera, acompañándote, meciéndome en el agüita deseosa y feliz por tu llegada… Ya casi estabas aquí!! Con tu padre dándome masajitos con la “alcachofa” de la ducha en los riñones y besándonos mientras imaginábamos por última vez como serías… No nos creíamos que ya llegases…. Fue un proceso maravilloso, lleno de feminidad, sensualidad, amor y su pizca de erotismo… Simplemente… Mágico! Un regalo que llevare siempre en mi corazón.

Entre estos momentos… Venía la comadrona a ver cómo iba (muy de vez en cuando) Mientras Caro y Simona, se turnaban con la alcachofa, me traían agua (estaba deshidratada. No entiendo como en algunos hospitales no te permiten beber…) Pero a medida que nos íbamos sumergiendo en el proceso, las cosas empezaban a “complicarse” un poco…

Me resulta complicado calcular los periodos de tiempo, pero creo que debieron ser las últimas 4-6 horas del parto, cuando el paraíso se convirtió en realidad… El agua caliente empezaba a afectar a mi tensión, por lo que tenían que ponerme todo el tiempo trapos fríos en la cabeza y cuello. Tenía la sensación que me iba a desmayar… Sedienta, pero con el estómago revuelto, no quería ni probar una gota de agua… Al final, tras mucho revolverme… Vomité (menos mal que tenemos ducha y bañera juntitas) y por fin, con esto el malestar del estómago paró! Las contracciones eran cada vez más fuertes, y hubo momentos en los que pensé que ya no podía más! Pero aún así hubo momentos de humor con comentarios como “Cariño, a Sofi… La tienes tú!” o “Para el próximo… Adoptamos!”. Yendo a hacer pis me di cuenta de que estaba mucho mejor fuera de la bañera que dentro, por lo que decidí salir. Úrsula vió que ya estaba totalmente dilatada… La verdad es que me dolía muchísimo que me tocasen la tripa, lo de monitorizarme me disgustaba muchísimo. Creo que hasta pude ser algo “maleducada” es decir, brusca… (Caro flipó, pero no sabía lo que me dolía!). La última vez fue… cómo diría… ¿graciosa? No se encontraba el latido de tu corazoncito!!!! Tu padre, al fondo… pálido (ahora reconoce que lo que pensó fue “lo sabía, tendríamos que haber ido al hospital”), tu tía, a mi lado en la cama, intentaba mantener la compostura con una sonrisa (ella pensaba,” Úrsula está tranquila, y tengo que trasmitirle confianza a Lore”) y Simona y Úrsula estaban normal, como un proceso más cualquiera. Y por fin lo encontramos!!! La verdad es que estaba tan cansada y dolorida que a mí no me dio tiempo a plantearme nada! Después nos explicaron que era normal cuando ya estás tan metidito ahí abajo.

Ya debían haber pasado unas 10 horas. Tú no conseguías encontrar la posición, el tiempo seguía pasando, las contracciones eran insufribles (ya sin descanso), y la bolsa seguía sin romperse…. Y yo, seguía empeñada en no comer ni beber (aún con la insistencia de tu tía, que era la única que se atrevía a decirme algo, aún a riesgo de un alarido…) nada porque me sentía mucho mejor con el estómago vacío. Aunque al final me convenció para tomarme una cucharadita de miel… Otra frase que hizo historia… “puta miel…”, pues me estuvo repitiendo hasta el final!

Siento no haberte podido ayudar más! Pero me resultaba imposible andar… Mi lógica me decía que para estar en vertical.. qué mejor que estar sentada en el wáter! Jajaja… El caso es que era en el único sitio donde era capaz de estar (así me quedaron las lumbares…). Seguía con la tensión por los suelos (o eso creo yo) con trapos fríos todo el tiempo… El agotamiento era escandaloso, y la presión de lo débil que estaba por no comer iba en aumento… Intentaba andar, irme a la cama… Todo imposible.

Ya llevaba un rato totalmente dilatada… Y aquí llega mi proceso místico (que tan “preparada” supuestamente estaba para llevar. O por lo menos, con ello contaba…) Apareció Caro con un mensaje de mi querida Pauli “no retengas”. Esto me hizo pararme a pensar en lo que estaba pasando conmigo… Y me di cuenta de que estaba “bloqueando” el proceso con una vivencia muy profunda y arraigada en mi… Pero que no era mía!!! (sino de mi madre).. Algo que me duele, y que espero que no te haya “marcado”… Pues, me di cuenta de que una parte de mí… No te quería!!!!! ¿Cómo podía ser eso posible?!!! Pero, ¿de dónde me viene todo esto?... ¿Cómo que no quiero que nazcas? Que horror! Que vergüenza!!! Pero, ¿qué clase de madre soy? Espera un momento… Era tan profundo el sentimiento que había borrado toda mi vivencia de embarazo… Por lo que tuve que hacer un esfuerzo abismal para profundizar en ello. Fue un momento de mucho silencio y mucha “soledad”. Quiero decir, todos estaban ahí para apoyarme… Pero yo me sentía tan avergonzada y confundida que me resultaba imposible trasmitir lo que me estaba pasando… Además de sentirme super culpable, claro… Así que viendo mi embarazo, todo el amor, lo deseado que fuiste desde el primer momento, la alegría y felicidad de los 9 meses, la magia… Me sorprendió tanto este pensamiento tan arraigado… tanto… que descubrí que no era mío!!! Así que tuve que hacer una lucha emocional importante conmigo misma para profundizar (entre contracción y contracción) para descubrir de donde venía ese sentimiento… Junto con los miedos normales y naturales a una responsabilidad tan grande de una madre primeriza. Al final Úrsula vino a verme y me dijo que así no podíamos seguir, que o intentaba dormir un poco (cosa que sabía que iba a ser totalmente imposible o andar… Como no podía, decidí irme a la cama, algo que duró… mmmmh, ¿Cinco minutos? Tras un par de intentos más de levantarme del baño para ayudarte a colocarte… Estando solita en el baño, Caro vino y me dijo “Si no te mueves, te lo van a tener que provocar, te van a romper la bolsa, lo que te dolerá más y será peor”. Ahí me abandoné totalmente, ya no podía más… “que me haga lo que quiera Caro!”, y la pobre vino corriendo a abrazarme para darme apoyo, y fue en ese justo momento, llegando a mí, cuando decidiste romper la bolsa, a los pies de tu tía… o mejor dicho en los pies de tu tía! Algo mágico que recordaremos toda la vida! El grito más profundo jamás imaginado salió de mí. Todos aparecieron en estampida. Tu padre acojonado! El deseado momento al fin había llegado! Aunque en ese momento yo solo tuviese energía para pensar… “Por favor… que se acabe!”

Caro decía “A la bañera”. Pero ya era tarde, el agua estaba fría. Y como pudieron me llevaron a la cama… Tenía tantas ganas de que nacieses, llevaba tanto (13h. + 9M) esperando a que llegase ese momento “El Expulsivo”… Que empujaba sin contracción, ni esperaba a tenerlas! Jiji. Úrsula me dijo que esperase a que llegase, tu cabecita ya se asomaba, nos ofreció que la tocásemos, pero ni tu padre ni yo estábamos a eso, y Caro gritaba “Tiene pelo!”, con eso y el grito más grande jamás imaginado (Simona hasta cerró la ventana para no asustar a los vecinos!) que me hizo conectarme con la energía más profunda de la Madre Tierra (nunca me he sentido tan conectada a Ella como entonces, gracias!)… Por fin saliste!!!! Ya estabas en nuestros brazos!!!! Hablando con tu padre, recordando, le decía “fueron 5 minutos de expulsivo” y me decía “no, amor, fueron 3! Y la comadrona te tenía que parar porque tú empujabas sin parar!” Para mí el parto había acabado, ya estabas ahí, pero aún quedaba la expulsión de la placenta… Pasando por ese círculo de fuego (cuando leí esta expresión dije… tal cual!) Por lo que la espera a que el cordón dejase de latir se me dijo algo larga, me rozaba y lastimaba, y yo sólo quería descansar y disfrutar de ti junto a tu padre… Se me había agotado la paciencia!!! Pero duró un poquito más…

Te cubrieron con la toallita roja, para que te sintieses más a gusto… Yo estaba tan agotada que no recuerdo nada durante unos minutos, por lo que me perdí esa maravillosa mirada de la que tanto se habla, la primera entre los dos nada más nacer… En tus primeros momentos de vida… Me la perdí y es algo que me llegó al alma… No sé si por mi perfeccionismo o por mi sentimiento de no merecer. Pues sé que tengo que estar super agradecida de haberte tenido así, de haberte dado al nacimiento que consideraba te merecías, por haber sido respetados en todo momento… Y por haber tenido un parto natural y consciente! El mejor que te pude dar… Tardé un rato en asimilar que estabas ahí, entre mis brazos… Hasta que vi a tu padre llorar muchísimo (si, llorando!) Emocionadísimo de tenerte, ensimismado con la magia del nacimiento, con la fuerza de tu mami y con el mayor regalo del Universo… TÚ! Ya estabas entre nosotros!! Con 3.750 Kg y 52 cm.

Al ratito te pusieron al pecho, te enganchaste sin problema… Estabas tan riquiño! Para comerte! Aunque nos separaron para medirte y pesarte. Algo que cambiaré si tienes un hermanito! Y también la expulsión de la placenta…

Pero fue maravilloso tenerte durante 7 horas despierto, junto a tu padre, que se portó genial!!! Desde darme todo el apoyo hasta ponerse a hacer pan para la gente que estaba en casa… Fue un apoyo fundamental! Por lo que también estoy super agradecida!

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Para leer más, tenéis aquí la presentación de Loreto, y aquí la historia de este embarazo, contado por el padre, Anže.