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Parto de Sara. Nacimiento de Ángel. Hospital de Huércal - Overa, Almería, 2007.

El "turismo obstétrico" si vale la pena


Me llamo Sara, tengo 26 años y dos hijos: David, de tres años y Ángel, de casi 7 meses.
Vivo en Marin, Pontevedra, pero vine a Almería para tenerlo en el hospital de Huércal-Overa.


Todo empezó con la expulsión del tapón mucoso la noche del día tres de enero, yo me acosté y dormí toda la noche del tirón, al despertarme empecé con contracciones (las notaba pero no me dolían) y me fui a pasear y a hacer compras de última hora. Al llegar a casa me puse a fabricar una lámpara que tenía pendiente por hacer y de esta manera estaba entretenida. En cuanto mi madre se enteró que ya estaba con contracciones me mandó al hospital, ya que quería dar a luz en el Hospital de Huercal – Overa, porque tienen métodos alternativos al potro y porque la matrona que me iba a asistir es amiga mía desde niñas y mi cuñada, y en estos momentos tener a alguien de confianza a tu lado es un regalo. Así que me fui a verla al hospital y me reconoció, pero me mandó a su casa porque aunque estaba empezando, aún faltaba mucho.


Estuvimos toda la noche con la dilatación en casa y cada dos horas me tomaba infusión de hojas de frambuesa y unos productos homeopáticos que ayudan en la dilatación y cada dos horas había dilatado un centímetro, a las 9 de la mañana rompí la bolsa con 4 centímetros dilatados y me di un bañito de agua caliente, al salir de la bañera tenía 8 centímetros dilatados y nos fuimos al hospital.

Ya en el hospital, alrededor de las 10 de la mañana, en una habitación de dilatación, estábamos en un ambiente relajado, las luces apagadas, solo alumbraba la luz del baño, dispusimos un "circuito" (la silla de partos, la cama, una pelota hinchable y el baño) y a la una de la tarde la matrona salió un momento avisando a José (mi marido) que si veía ya la cabeza. En ese momento yo pensé si sería cierto que ya estaba casi al salir y metí la primera falange del dedo corazón y le toqué la cabeza y pensé que tenía que ser fuerte y dejar a mi Ángel salir de mi vientre. Cuando mi marido le vio la coronilla llamó a la matrona que llegó al momento y dos empujones después ya tenía a Ángel en mis brazos, no me tuvo que hacer episiotomía y solo me dio cuatro puntillos por algún desgarrillo son importancia.


Así que el día 5 de enero del 2007 a las 13.20h de la tarde, Ángel vio por primera vez la luz del día, gracias sobre todo a la ayuda de la matrona que me ayudó en todo momento.