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Nacimiento de Iñaki.

Nueve años después de tener a mi hijo mayor y tres después de perder a Alex (mi bebe que no llegó a nacer) en el 2000 nació mi hijo Iñaki, después de un embarazo lleno de irregularidades y de cinco ginecólogos (cada vez que iba a visitarme tenía uno distinto) llego el momento de parir, fui porque ya no podía más y cuando llego allí me dice una que no aún no, pero un médico, mira la barriga y me hace una ecografía y me dice que la bolsa se ha roto por arriba y por eso las señales son tan lentas, me ingresan después de un parto difícil y después de haber dicho por activa y por pasiva que no dilato que tengo el útero posterior, que tenía que ser cesárea, no me hicieron ni caso y cuando la tensión callo en picado entonces a correr, me sacaron al niño con fórceps, se llevaron al niño, yo miraba solo a mi niño, cuando me lo pusieron en el pecho descanse, pero no lo deje en la cuna lo tenía siempre conmigo en la cama.

El niño nació el 17 de octubre de 2000, a los pocos días me encontraba muy mal, pero mi marido no estaba y yo estaba sola en casa con mi hijo mayor y el peque, cuando vino le pedí ir al médico, no podía con el niño, no quería levantarme de la cama, no podía, fui a la comadrona y cuando vio aquello pidió una ambulancia, pero no había ninguna así que le dijo a mi marido llévatela al hospital Santa Caterina, pero ya, no fui ese día porque no tenía con quién dejar a mi hijo mayor, ingrese el día 31 de octubre y el día 1 de Noviembre me operaron, porque se dejaron media placenta dentro, la episiotomía que hicieron fue tan bien hecha que el médico cuándo lo vio dijo: pero que animal ha hecho esto, ¿cómo pueden darle la licencia a alguien que cose así?.

Creo que en los tiempos que estamos no deben darse casos como el mío o el de otras compañeras, creo que se deben, los médicos a juramento hipocrático y no deben hacer a una mujer sufrir, porque ellos digan que las mujeres estamos concebidas para parir, no señores no, todas las mujeres no somos iguales, todas las mujeres no se enfrentan de igual forma al parto y eso ellos que dedican su vida a traer niños al mundo lo deberían de saber más que nadie. Yo revindico que no somos un número, somos personas, que en nuestro interior traemos el futuro, solo por eso se nos debe un respeto ¿qué serían de los ginecólogos sin las mujeres?, un médico más, si se dedican a la ginecología es que les inquieta este mundo tan mágico que es el vientre de una mujer. Todas somos especiales, todas merecemos respeto y dignidad.