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Mi parto y el nacimiento de T

Mi fecha probable de parto era el 2 de mayo, aunque en la Maternitat me la habían adelante una semana en la ecografía del primer trimestre. Yo tenía claro que 40 semanas era el 2 de mayo y no el 24 de abril, así que el embarazo avanzó con varias fechas, la de los médicos y la mía. Mi primer hijo había nacido con 39 semanas y yo tenía la sensación que el patrón se iba a reproducir. Llegó la semana del 24 de abril y nada.

El 2 de mayo tenía hora en la Maternitat. Entonces para ellos estaba de 41 semanas y me aconsejaron inducir el parto el 4 o el 5 de mayo. Me negué, teniendo en cuenta las fechas reales y que todo iba bien; dije que quería esperar al menos la semana siguiente. También me dijeron que estaba dilatada de 2-3 cm, con el cuello del útero casi borrado. Ese día fui a ver mi osteópata por la tarde y pedí hora al día sigue con una matrona acupuntura.

A medio día de ese mismo día empecé a notar contracciones suaves e irregulares. Sobre las 21h se hicieron más intensas aunque muy tolerable. Enchufé mi aplicación de contracciones para intentar ver una regularidad pero la frecuencia era bastante aleatoria, entre 4 y 15 minutos. No podía dormir, me despertaban las contracciones. A las 1h de la mañana empezaron a ser más regulares pero muy espaciadas (cada 15 minutos). A las 4h, yendo al lavabo, vi sangre al limpiarme y decidimos y a urgencias. Allí me hicieron monitor y salieron las contracciones cada 15 minutos, seguía dilatada de 2-3 cm, me dijeron que la sangre debía ser el tapón mucoso. Y que no estaba de parto, que eran pródromos. Volvimos a casa y no dormí nada esa noche.

A las 8h15 del 3 de mayo tenía hora en la Maternitat para un control (monitores y ginecólogo para hacer una ecografía). Yo seguía con mis contracciones. Me parecían cada vez más intensas y cercanas, aunque había dejado completamente de mirar los tiempos. Salieron dos contracciones en el monitor (cada 10 minutos). Me dijeron otra vez que no, no estaba de parto. Qué podía estar días así, con pródromos. Salimos y nos tocaba esperar un poco antes de la hora con el ginecólogo que me iba a hacer una ecografía para ver cómo se encontraba el bebé. Aproveché para caminar en el pasillo de las consultas. Cada vez las olas eran más intensas y tenía que parar, respirar, moverme, agacharme a un radiador del pasillo, soplar, cantar. La gente pasaba y me preguntaba si necesitaba ayuda. No quería que me miraran ni que me hablaran, pero era el pasillo de la cafetería y la gente venía a desayunar. La puerta hacia ruido cada vez que alguien entraba o salía y me desconcentraba, quería que parará el ruido.

Dedicaba cada contracción a alguien que quería para darme fuerzas. Mi pareja estaba esperando en frente de la consulta del ginecólogo, en la otra punta del pasillo. A veces venía a verme pero yo no quería hablar ni estar con nadie. En un momento vino a verme, estaba agachada en el radiador del pasillo, y me puse a llorar porqué era todo demasiado intenso para no estar de parto. Sobre las 9h45 nos llamaron de la consulta del ginecólogo. Viendo mi estado me dijeron que primero me harían un tacto. Casi era incapaz de quitarme la ropa y tenía miedo que me dijeran que seguía igual de dilatada. Pero anunciaron que estaba de 4 cm ! Me pareció poco, pero la buena noticia era que ya estaba de parto. Nos mandaron directamente a urgencias.

El tiempo de pasar por el mostrador, eran las 10h cuando entré en la sala de urgencias. Rompí aguas miento me ponía la bata. Me dijeron que me iban a pasar directamente a la sala de parto. Dije que quería una bañera y, buena noticia, había una sala con bañera disponible. Me llevaron en una silla de ruedas y llegué en el pasillo de las salas de parto gritando. Ya en la sala de parto, la matrona quiso ponerme una vía. Me tocaba antibiótico porque tenía el estreptococo positivo. Pero le costaba encontrar la vena... Y se fue de la sala un momento.

Yo corrí al lavabo, quería estar sola. Enseguida mi cuerpo empezó a empujar. Mi pareja se asustó, yo le dije que el bebé ya estaba aquí, que llamara a la matrona. Ella llegó rápidamente diciéndome de no empujar, me hizo un tacto y efectivamente, ya estaba completa. Hubo un momento de descontrol, no había nada preparado en la sala y todos me decían "espera, no empujes", pero era imposible.

Me dijeron de tumbarme en la cama pero dije que no y me puse a cuatro patas, todo mi cuerpo empujaba en este momento con todas sus fuerzas. Me aconsejaron no empujar fuerte para no desgarrarme. Qué sensaciones ! Qué poder ! Noté pasar la cabeza de mi bebé, y después hubo una pequeña tregua. Sabía que quedaba poco para conocer a mi bebé y sonreí. Ya no tenía miedo, me sentia poderosa. Estaba pariendo yo sola ! Empujé, noté pasar los hombros, y nació ! Eran las 10h14.

Bienvenido, T. ! Llevaba un siglo esperándote. Gracias por estar aquí y haberme regalado ese precioso parto.