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El relato de Peter, nacimiento de Leonor. Hospital de Basurto, Bilbao, 2009.

Hace más de dos meses empecé a leer el foro de El Parto Es Nuestro, porque en aquel entonces mi mujer y yo tuvimos que buscar en poco tiempo un lugar en España para dar a luz a nuestra hija Leonor. Antes que nada, tuvimos a Leonor en un parto muy respetado en el Hospital de Basurto y estamos muy contentos de que toda la información de este foro en general, y de algunas de vosotras en particular, nos haya ayudado a seleccionar un lugar adecuado.

Para los que estén interesados, os voy a contar como nos ha ido. El castellano no es mi lengua materna, pero espero que eso no afecte al sentido.

La verdad es que preferimos el Basurto desde el principio, por su tratamiento personal y respetuoso. Antes de ir a España (aunque somos de Austria, vivimos actualmente en Francia) preparamos planes de parto para todos los hospitales en cuestión (dos en Donosti, Alto Deba, Mondragón, Mendaro, Zumarraga, Cruces y Basurto). Llamamos antes para preguntar por los nombres de los jefes de pediatría, ginecología, de las matronas, etc. a los que haríamos llegar nuestro plan de parto. El Basurto fue el único hospital en el que nos pusieron en contacto con la unidad de partos y donde nos dieron los nombres de la gente responsable. No obstante, hay que entregar el plan a través del servicio de atención al paciente como en todos los hospitales.

Nada más llegar a Bilbao, fuimos al Basurto y al Cruces para presentar nuestro plan de parto. En el Basurto nos atendió la supervisora de las matronas, Alicia. Creo que alguien ya ha mencionado que es un cielo. Pues, lo es. No te promete el oro y el moro, sino te dice lo que se puede hacer, y lo que no. La verdad es que la mayoria de lo que pedimos en nuestro plan de parto (que es mas o menos el de la pagina web de El Parto Es Nuestro, el de unas 16 páginas) ya correspondía al protocolo del hospital. Lo unico es que al parecer no te dan una respuesta escrita. O sea, te acusan recibo del plan de parto, pero aparte de hablar con la supervisora, no llegamos a conocer el (des-)acuerdo del jefe de pediatría ni ginecología.

Así que, el día del parto, nos empeñamos (no en partos, pero sobre todo en la maternidad) en que teníamos un plan de parto aceptado y que lo respetaran. Como Leonor nació el Viernes Santo, no había nadie como para ponerse en contra. Menos mal.

Se rompió la bolsa (fisura) en la noche del jueves al viernes, con contracciones ligeras. Fuimos al Basurto a las cuatro de la madrugada, donde nos recibio una matrona cuya primera pregunta fue: “¿cómo queréis el parto?”. Le explicamos lo de nuestro plan de parto. Nos lo confirmó casi todo, menos la vitamina K por vía oral. La ponen intramuscular cuando mama el bebe ya que – segun ellos - el bebe aún está lleno de adrenalina, y nota poco o incluso nada, y de esta manera hay que ponerle menos cantidad (inyección: 1 mg, por via oral: 2mg x 3 veces). Un compromiso aceptable.

Nos tocó un ginecólogo joven, pero muy respetuoso (Jon), incluso a las cinco de la mañana. Hacer un tacto para él era importante, pero no imprescindible. Tampoco se empeñó. Afirmó el riesgo de infecciones, nos informó de que a las 18 horas después del primer tacto con bolsa rota suelen poner antibióticos. Nos dio confianza y sabiendo que ya no íbamos a salir del hospital sin nuestro bebe autorizamos el tacto siempre que el siguiente no se realizara antes de cuatro horas (OMS) y siempre por la misma persona.

De hecho, fue la única vez que vimos a un ginecólogo en partos. El resto del tiempo se encargó una sola matrona, Erika. Siento no poder expresar de forma adecuada lo afortunado que nos sentimos con ella. Una matrona de lo más respetuosa, segura de sí misma, con experiencia, alegre, relajada, abierta. Para nada agresiva o irritada cuando presentamos nuestras ideas, sobre todo cuando – a las dos de la tarde del día siguiente – según el protocolo había que poner oxitocina y nos negamos para esperar a la noche siguiente. (Gracias a Mª Isabel Puerta que en algún mensaje puso que si se rompe la bolsa sin ponerse de parto, en el 90% de los casos el parto va a ser en la noche siguiente. Esa información nos dio mucha seguridad). La matrona dijo que básicamente tenía su protocolo y que tenía que hablar con el gine, pero como nos veía como gente responsable que se ha informado mucho y sabe lo que quiere, nos iba a dejar el máximo de libertad siempre que no hubiera riesgo para la madre y el bebé. Luego nos dijo otra matrona que en aquel momento ya no había camas libres en la unidad de partos y había cierta presión hacia las matronas de llevar a cabo los partos.

A partir de ahí seguimos aún más nuestro instinto (sobre todo mi mujer). Pelota, dormir, incluso salimos para comer algo ligero (¿de dónde vas a sacar la energía para parir a un bebé si te mueres de hambre?)... Una hora y media después volvieron las contracciones y ni una hora más tarde nació Leonor.

En breve algunos datos sobre del parto:

El parto fue sin:

Oxitocina antes, epidural, episiotomía, presión de ningún tipo, ginecólogo, luz artificial, ruido, cortar el cordón prematuramente y, sobre todo, sin monitorización interna.

El parto fue con:

Tacto y cardiotocografía cada 4 horas, libre postura, parto en la sala de dilatacion (ya que todo iba muy rápido una vez empezado el expulsivo), nuestras propias toallas calentitas para el bebe, la asistencia del padre, esperar a que dejara de latir el cordón, un desgarro (dos puntos), piel con piel y lactancia materna nada más nacer (y con el cordón todavía intacto), el padre siempre presente

Creo que es todo. Esta fue la parte importante durante nuestra estancia en el hospital.

No nos pudimos quedar mucho tiempo en la unidad de partos dado que había otras mujeres esperando. Nos trasladaron a la maternidad donde todo fue muy, pero que muy diferente.

Nada mas llegar allí, entró una enfermera sin presentar ni su nombre ni su tarea:”El padre tiene que salir de la habitación y vamos a llevarnos al bebé a la revisión.” No había pasado una hora entera desde el parto. Esa señora era un desafío total. No respondío a nuestras preguntas y se empeñó en que ella era la enfermera, que había que respetar las reglas y normas del hospital y que de una vez por todas saliera de la habitación. Al no cambiar su postura tras recordarle los derechos del paciente y usuario de Osakidetza y nuestro plan de parto, desgraciadamente nos vimos forzados a responder de una forma adecuada: “se lo aconsejo seriamente, no toque a este bebé”. Aunque trabajo con las fuerzas armadas, detesto la violencia (aunque sea verbal) innecesaria. Pero hay veces cuando es el único lenguaje que entiende alguna gente. De todos modos ella se fue. Luego vino otro enfermero que no tenía ningún problema con la presencia del padre durante la revisión.

En general llegamos a conocer la maternidad como un lugar poco respetuoso. Por supuesto, también ahí hay enfermeras amables y respetuosas. Pero a la mayoría le tienes que preguntar por el nombre y su papel, y a menudo recordarles los derechos del paciente, las leyes de ordenación sanitaria y más. Las habitaciones son pequeñas y compartidas, pero eso lo sabes antes. A las seis de la madrugada del día siguiente entró una enfermera como un tren. Abrió la puerta, dándole un golpe al otro marido dormido en su silla. Encendió la luz y todos se despertaron, hasta los bebés, que empezaron a gritar. Se acercó para tomar sangre de las mujeres, sin presentarse ni explicar para qué era. Por supuesto nos negamos y se fue. No hemos podido averiguar ni quién era, ni para qué era la prueba de sangre, ni nada.

Por cierto, no ha sido determinado el grupo sanguíneo del bebé. ¿No es algo que se suele hacer automaticamente?

Bueno, habia más tonterias, total que al final decidimos irnos a casa. Firmarmos el documento de alta voluntaria, tras hablar con las pediatras y el gine. Nada más estar en casa mi mujer y Leonor se mejoraron pronto. A la pequeña la pusimos al sol ya que se notaba el exceso de bilirrubina en la cara, pero eso se fue de repente.

A fin de cuentas nos sentimos contentos de haber parido en la unidad de partos del Hospital de Basurto. El resto, pues, podría haber sido peor.

Queremos daros las gracias a tod@s l@s que habéis contestado a nuestras preguntas y vuestros mensajes en el foro. Nos habéis facilitado una preparación fundamentada en las partes que se pueden modificar. Aun así queda mucho que no se puede modificar.

A este foro y a “El Parto Es Nuestro” os deseamos que sigáis así con vuestra iniciativa. Hacéis un trabajo increíble que se merece todo éxito.

Un abrazo,

Peter